Un guerrero de la luz nunca olvida la gratitud.
Durante la lucha, fue ayudado por los ángeles; las fuerzas celestiales colocaron cada cosa en su lugar, y permitieron que pudiera dar lo mejor de sí.
Los compañeros comentan: "¡Qué suerte tiene!". Y el guerrero a veces consigue mucho más de lo que su capacidad lo permite.
Por eso, cuando el sol se pone, se arrodilla y agradece el Manto Protector que lo rodea.
Su gratitud, no obstante, no se limita al mundo espiritual; jamás olvida a sus amigos, porque la sangre de ellos se mezcló con la suya en el campo de batalla.
Un guerrero no necesita que nadie le recuerde la ayuda de los otros; se acuerda solo, y reparte con ellos la recompensa.
Paulo Coelho
P.D. Hola Gaviotas.. he vuelto.. estuve internada unos días por lumbalgia post-traumática después de una caída y pues después no toleraba estar sentada ni acostada y mucho menos parada, con dificultad podía caminar.. ya estoy de nuevo con ustedes.. cada día les voy a compartir uno de los pensamientos de Paulo Coelho en su libro "Manual del Guerrero de la Luz", el cual recibí como regalo de cumpleaños por parte de una amiga..
Los quiero.. Besos!!.