Si necesitas llorar está bien ya que es otra forma de curación. Las lágrimas curan pero no el dolor. Observa cómo los niños pequeños usan su poder curativo con gran facilidad, ellos se ocupan de su dolor con risas, llanto o chillidos sin importar cuál proceso es el mejor. Sencillamente siguen sus emociones.
No, nos sentimos felices porque reímos y no al revés. Cada ves que nos reímos nos sanamos por eso es que nos sentimos mejor después de habernos reído y no antes.