Ángeles Curso Básico

Los Ángeles, Arcángeles, Serafines y Querubines

 forman el tercer Reino Jerárquico. Son Seres

 puros que reflejan como espejo, las virtudes de

 Dios, su Poder, su Belleza, su Misericordia, su

 Amor, su Conciencia, su Santidad, su

Magnificencia y su Voluntad.

Los Ángeles, por voluntad propia y en casos

especiales, pueden encarnar para servir de

ayuda a la Humanidad. Los Arcángeles y sus

Complementos comandan las legiones de ángeles,

 millones de ellos que sirven a cada uno de los Rayos.

Los Serafines y Querubines son Seres puros que

 nunca han estado expuestos a imperfección,

nunca han tomado el plano físico y sirven a Dios

 alrededor de su Trono Celestial. Todos los ángeles

 están al servicio del Hijo de Dios. Su creación fue

 conjunta a la del Universo. Millones de años

antes de la aparición del Hijo de Dios en la Tierra,

 cuando la decisión de la creación humana fue

tomada, las huestes angelicales quedaron

para el Servicio del Hijo de Dios.

Ellos sirven a los diferentes Rayos, por lo que hay

 legiones de ángeles de protección, de sabiduría,

 de amor, de curación, de transmutación, de

provisión, de pureza y, cada uno de nosotros los

hijos de Dios tenemos un ángel que nos fue

 designado desde el momento de nuestra creación

 desde la Energía Divina y nos acompaña en

todas nuestras encarnaciones hasta la actual.

Nuestro ángel guardián es quien nos protege, nos

 consuela, nos auxilia, nos alerta sobre peligros,

nos guía, comparte nuestras alegrías, nuestras

penas, vela nuestro sueño, nos reconforta y se llena

 de júbilo con nuestros logros. Nuestro ángel

guardián ha hecho cuanto ha estado en su mano

 para que lleguemos al punto de conocer y aceptar

 las Enseñanzas Metafísicas para iniciar el largo

sendero hacia nuestra purificación, nuestra

evolución espiritual.

Su amor por nosotros es tan grande, que sólo puede

 ser comparado al amor que siente una madre por

su hijo. Ellos se sienten tan dichosos cuando

nosotros empezamos a percatarnos de su presencia

 y empezamos a sentir cariño hacia ellos y

cuando llegamos a sentir el amor hacia nuestros

 protectores es una fiesta de alegría y felicidad.

No hay pintor, poeta, escritor ni artista alguno que

haya podido plasmar en lienzaos ni en libros la

realidad de cómo es un ángel verdaderamente, pues

 es muy difícil llegar a imaginarnos toda su

maravillosa existencia. Aunque tengamos el Don

 de clarividencia, su Luz y su energía son excelsas,

tanto que no alcanzamos a comprenderlo.

En cada calle, en cada lugar que vamos

Hijos de Dios, su ángel guardián va acompañándoles.

Por lo tanto, podemos saludarlos a nuestro paso y

en silencio, ya que ellos sabrán nuestra intención y

 les llenará de gozo.

(Extracto del libro Manual Básico de Metafísica,

autor Roberto Vázquez Palacios

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