AMOR
¿Por qué si tus ojos miro me miras tú con enojos, cuando por ellos deliro, y a la luz del cielo admiro en el éter de tus ojos?
Cansado de padecer y cansado de cansarte, y queriendo sin querer, finjo amor a otra mujer con la ilusión de olvidarte.
No es mi estrella tan odiosa: que en fugaces amoríos, como ave de rosa en rosa yo voy de hermosa en hermosa y no lamento desvíos;
Pero el favor de las bellas irrita más la pasión que ardiente busca tus huellas, y al ir mis ojos tras ellas vuela a ti mi corazón.
Así un proscrito tenía goces en extraño suelo y volvió a su patria un día por mirar en su agonía la linda luz de su cielo.
De ti proscrito y dejando las rosas por tus abrojos, vuelvo a tus pies suspirando, por mirar agonizando la linda luz de tus ojos.
Antonio plaza
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