El sentido de los valores
No quiero cerrar los cuatro rincones de mi casa
ni poner paredes en mis ventanas.
Quiero que el espíritu de todas las culturas
aliente en mi casa con toda la libertad posible.
Pero me niego a que nadie me sople los peones.
Me gustaría ver a esos jóvenes nuestros
que sienten afición a la literatura
aprender a fondo el inglés
y cualquier otra lengua.
Pero no me gustaría que un solo indio
se olvidase o descuidase su lengua materna,
que se avergonzase de ella
o que la creyese impropia
para la expresión de su pensamiento
y de sus reflexiones más profundas.
Mi religión me prohíbe hacer de mi casa una prisión.