NUNCA exageres.
NUNCA reveles un secreto.
NUNCA prometas lo que no estés seguro de cumplir.
NUNCA hables de tus propios hechos.
NUNCA dejes de ser puntual a la hora señalada.
NUNCA dejes de dar una contestación a una pregunta atenta.
NUNCA leas cartas que encuentres dirigidas a otros.
NUNCA llames la atención hacia las imperfecciones de alguien.
NUNCA refieras que has hecho un regalo o un favor.
NUNCA llames la atención de alguien tocándole; háblale.
NUNCA contestes en sociedad alguna pregunta que se haya hecho a otro.