Tiene sentido, siempre que sea posible,
cambiar las cosas que a uno le disgustan.
Pero habrá algunas cosas que no seremos
capaces de cambiar. El aceptar las situaciones
es el primer paso para sanar, ya que la no
aceptación produce emociones que
inmovilizan como frustración,
rabia y ansiedad.
El principio de la aceptación La aceptación de una cosa supone:
El conocimiento de que existe;
creer que no ha ninguna razón por la
que no debería existir y
asumirlo con tolerancia. Vamos a
examinar estos tres aspectos de aceptación
con más detalle: Conocimiento de la realidad. Esto conlleva
admitir que la realidad - incluyendo la
realidad displacentera - existe. Se puede ver
como inevitable el que muchas cosas no son de
nuestro gusto. Verás, sin lugar a dudas, la
frustración e incomodidad como aspectos
normales de la vida. Abstenerse de cualquier demanda de
inexistencia de la realidad. Esto significa
que aunque tu prefieras tanto para ti mismo
como para otras personas, cosas o
circunstancias que fueran de manera
diferente a como son (y se puede también
trabajar para cambiarlas), tu sabes que no
hay una Ley en el Universo que diga que
deberían ser de diferente manera. Ser consciente de que siempre existirá una
realidad que no nos gusta. Te disgustan
algunas cosas, y las encuentras poco
placenteras, pero evita catastrofizar
convirtiéndolas en "horribles" o
"insoportables".
|