Sarna
¿QUÉ ES?
La
Sarna es una enfermedad que afecta la piel de las personas. También se
le denomina Escabiosis o Acariasis Sarcóptica y es ocasionada por un
parásito muy pequeño (Sarcoptes scabiei) que se alimenta de sangre
humana.
CAUSAS
Este
ácaro pone sus huevos debajo de la piel de las personas, lo cual
produce una especie de vejiguitas rojizas cubiertas por una costra de
color café, que generan comezón.
SÍNTOMAS
Los
síntomas de la primera infestación con sarna suelen aparecer 3 a 4
semanas después de la exposición. Produce mucha picazón especialmente
de noche, haciendo que la persona se rasque. Esto hace que pequeñas
heridas se conviertan en granos e infecciones.
Quienes ya han padecido sarna anteriormente, pueden manifestar síntomas
con mayor rapidez al infestarse nuevamente, generalmente dentro de las
24 horas de haberse expuesto.
Las protuberancias suelen aparecer en el exterior de los genitales,
entre los dedos y en los pliegues de la piel, en el interior de la
muñeca y del codo, en las nalgas y en los pliegues de la ingle. Estas
pueden inflamarse, desarrollar costras o endurecerse.
Las partes del cuerpo más afectadas son generalmente: los brazos, las
axilas, entre los dedos de las manos, alrededor de los pechos y del
ombligo, los órganos sexuales, nalgas y músculos.
FACTORES DE RIESGO
La
sarna es una enfermedad que se transmite con mucha facilidad. Puede
afectar tanto a hombres como a mujeres, a niños y adultos y puede
repetirse. Por esta razón se debe tratar inmediatamente al enfermo para
no contagie a otras personas.
La enfermedad puede propagarse fácilmente en hogares, escuelas y
centros de atención a niños, pues el contagio curre fácilmente cuando
las personas están en contacto directo a cada momento.
Los ácaros también pueden transmitirse a través de la vestimenta o de la ropa de cama contaminada.
Si le diagnostican sarna, es importante comunicárselo a las personas
con las que haya tenido relaciones sexuales durante las últimas 6
semanas, para que también puedan examinarse y tratarse.
PREVENCIÓN
Algunas
medidas preventivas para evitar el contagio de esta enfermedad son:
cuidar la higiene personal, el lavado y planchado de ropa.
La vestimenta, toallas, ropa de cama y otros artículos que puedan
contener ácaros deben lavarse y secarse con temperaturas altas o
limpiarse en seco.
Los artículos que no pueden lavarse se pueden colocar en una bolsa
plástica y sellarla durante 72 horas. No es necesario fumigar el área
que usted habita.
Es importante que cualquier persona que sospeche tener esta enfermedad,
acuda a los profesionales de la salud, para evitar el contagio a otras
personas.
No tenga relaciones sexuales hasta que usted y las personas con quienes
las tuvo, se traten y todos los síntomas desaparezcan, o podrían
recontagiarse.
Todos los miembros del hogar, incluyendo los niños, deberán examinarse, aunque no manifiesten síntomas.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Un médico u otro proveedor de salud pueden diagnosticar la enfermedad al examinar la zona infestada.
Respecto al tratamiento, es diferente en cada caso. Si la enfermedad
está muy avanzada, primero hay que curar los granos e infecciones de la
piel y luego aplicar el tratamiento, pues la persona infestada, no
resiste que se le ponga si tiene alguna herida o grano en la piel.
Para curar la sarna debe frotarse todo el cuerpo desde el cuello hasta
los tobillos con una loción que se llama BENZOATO DE BENCILO al 25%. El
tratamiento se hará por la noche. Al día siguiente, la persona deberá
bañarse bien con agua y jabón.
Para aliviar la picazón se recomienda ponerse aceite, calamina o alguna otra medicina recomendada por el médico.
En los niños menores de 2 años, la aplicación del tratamiento se hace
igual, pero se pone también en la cabeza y en los pies, cuidando que la
medicina no caiga en los ojos.
El tratamiento se hará durante cuatro noches seguidas y se repetirá a los ocho días en caso
de ser necesario. Este tratamiento es suficiente para curar la sarna.
POSIBLES COMPLICACIONES
Rascarse
reiteradamente la zona infestada puede acarrear una infección cutánea
grave. Si usted manifiesta síntomas o cree haber estado expuesto a la
sarna, hágase revisar y tratar inmediatamente, para evitar cualquier
tipo de complicaciones.
Las personas con un sistema inmunológico deprimido, como quienes
padecen el VIH, tienen mayor riesgo de contraer “sarna costrosa”, una
infección cutánea grave que es más difícil de tratar.
Algunos champús o cremas medicinales que se emplean para el tratamiento
de la sarna, pueden ser peligrosos para el bebé en gestación, por lo
que no deben utilizarse como tratamiento para la sarna cuando las
mujeres están embarazadas o están amamantando.
PRONÓSTICO
El
tratamiento descrito anteriormente es suficiente para curar la sarna.
Si una persona padece VIH avanzado puede contraer una infección cutánea
más grave, denominada sarna costrosa que es más difícil de tratar.