Es más que un trabajo
Un joven muchacho entró apresuradamente
dentro de una estación de servicio y le
preguntó al encargado si tenía un
teléfono público.
El encargado asintió con la cabeza.
Seguro, allí está. El muchacho introdujo
algunas monedas, marcó un número y
esperó la respuesta. Finalmente alguien
le contestó. Uh señor, dijo con voz profunda,
¿podría serle útil un muchacho honesto,
buen trabajador, para trabajar con usted?
El encargado no pudo evitar oír la pregunta.
Después de unos instantes, el muchacho
dijo: Oh, usted ya tiene un muchacho joven,
honesto y buen trabajador?
Bueno, está bien. Igualmente gracias.
Con una amplia sonrisa de oreja a oreja, cortó
la comunicación y volvió a su coche, cantando eufóricamente.
Eh, permíteme un minuto, lo llamó el
encargado de la estación. No pude evitar
escuchar tu conversación.
¿Por qué estás tan contento?
Yo pensé que el hombre te había dicho que ya
tenía a alguien y no te necesitaba.
El muchacho sonrió. Bueno, verá usted,
yo soy el muchacho honesto y trabajador.
¡Estaba solamente controlando mi trabajo!
Renuevo de Plenitud
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