“Calma, respira... respira... respira.
Tranquilo...”
Gracias, Señor! Dime, qué quieres compartir conmigo
hoy?
“La Felicidad. Creer que la felicidad es posible
para cada uno de mis hijos. Porque son parte de mí y mi naturaleza es la
felicidad, el regocijo. La sequía es
pasajera.”
Por qué me siento tonto escribiendo esto? Por qué
siento que lo invento yo?
Porque metes tu mente, no razones...
(silencio)
“Amor es el sinfín de la naturaleza. La felicidad
es su sustancia. La convivencia armoniosa es posible y necesaria. Mi vida
son Uds.. Yo experimento lo que Uds. experimentan, no soy ajeno a esas
cosas. Por qué habrían de separarme? Por qué habría de no serlo? Dios
experimenta la tristeza? Sí, la experimenta pero no la sufre... sufrir no es
mi naturaleza. Aprender y experimentar, esa es mi naturaleza. La parte más
densa de mí es la naturaleza humana... la conoces? Yo te invito a
conocerla! La naturaleza humana, no es sufrir, es INVESTIGAR, EXPERIMENTAR,
CONOCER... por eso el miedo es innecesario. Te invito a conocer la naturaleza
humana. No es dañina. Han confundido lo que es la naturaleza humana como
yo la concebí. Te invito a conocerla! (La naturaleza humana) Es alegre,
investigadora, religiosa, espiritual, chamánica, viva, reflexiva, entusiasta, no
teme experimentar pero desde mí (desde el Espíritu porque yo la aliento a
buscar, a ir tras la aventura de conocerme), me ama y no resiste volver a mí; yo
(Dios) soy su “tentación”, su “amor secreto”; su alegría está donde yo este; por
eso no me teme en ninguna de mis manifestaciones. (La Naturaleza humana) Es
íntegra, fuerte, decidida, cognoscitiva, rebelde, justa, se equivoca para
aprender, no pierde la esperanza, acude a mí bajo cualquiera de mis formas, es
mi compañera de viaje y yo soy la suya porque vibro en su interior. Quieres
conocerme? Te invito! (La Naturaleza Humana) Llora cuando lo siente, ríe
cuando le toca reír, se enoja si debe hacerlo pero jamás daña, jamás porque ve
mi rostro en cada ser humano. Sabe que ahí estoy yo aprendiendo. Cuando
alguno debe llamar la atención de alguien, realmente me sirve de conducto a mí
para quienes, en ese momento, no me escuchan en su interior. Entonces yo tomo su
boca para llegar a ese hijo que me necesita. Yo estoy pendiente de vuestras
vidas. Siempre los guío, a veces, hasta con palabras de sus compañeros. Si
estás pendiente de mí, me oirás. La Naturaleza Humana no es dañina como yo la
concebí. Es pura, limpia, activa. Te invito a conocerla, a conocerte. Esa
naturaleza vive y vibra en tu interior. No sería maravilloso sentirlo? Estar
aquí y “allá”? (aunque esto es un eufemismo porque todo es aquí)”.
Gracias Señor!
Juan Ruiz
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