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TE ANIMA
Alguien debe de haber en el cielo que declare en mi favor,
que interprete ante Dios mis pensamientos, para que El vea mis lágrimas
Si este día has sentido que tus oraciones no han sido contestadas,
si te sientes olvidado por Dios porque la respuesta tarda
mucho, y en tu corazón surgen miles de preguntas,
al mismo ritmo que tus lágrimas se han convertido en ríos,
cuando el llanto es parte de tus días y el horizonte continua tenebroso.
Ahora es el momento que conozcas las profundidades del clamor. Tantas lágrimas ha derramado Job, que humanamente es el único medio
del cual dispone para comunicarse con Dios, ya no tiene
palabras, ya no tiene pedidos, ya únicamente le quedan
gemidos y lágrimas, pero también ellas tienen un limite,
porque se ha dado cuenta, que tampoco las lágrimas logran nada,
y acude con un grito desesperado cuando dice:
"Alguien debe haber en el cielo que declare en mi favor,
que interprete ante Dios mis pensamientos, para que El vea mis lagrimas ". Esto no significa que Dios lo ha olvidado, o que no vea ni
entienda las lágrimas y el sufrimiento de Job,
Dios lo sabe perfectamente, y ha seguido de cerca todo lo que le
ha acontecido a su siervo, lo ha acompañado en su calvario,
y aun, es ese mismo instante, al pronunciar esas palabras,
es una evidencia ante las huestes celestiales y celestes,
ante los ángeles y ante los demonios, para que como testigos de esta
experiencia, el siervo de Dios, ha mantenido la fidelidad,
aun en medio de la pobreza , la calamidad y la enfermedad,
continua luchando, y lejos de volverse un rebelde, reclama,
que alguien interprete sus lagrimas, gime, llora, grita,
para que su lamento sea escuchado. Oh, Santo clamor,
al que los sufrimientos nos llevan,Oh,
gemidos que nos hacen buscar a Dios como única alternativa de solución.
Oh, momentos únicos, donde nuestro corazon es puesto a
prueba. Oh, Divina respuesta que luego de ese momento,
Dios envió a su siervo, lo rescato, lo sano y lo prospero.
Animo, pueblo de Dios, animo!! si te sientes débil o en el olvido,
ahora ya sabes que tus lagrimas han sido tomadas en cuenta,
no te rebeles, gime y háblale a Dios, El te responderá, no fallará jamás.
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