Tapices Centenarios
La calidad de las composiciones convierte a
cada tapiz y alfombra en una selecta obra de arte
de alto precio. Cada obra es una pieza única por
su belleza, colorido y la riqueza de matices.
Al contemplar a los artesanos trabajar de manera
tan esmerada en cada obra se aprecia la dificultad
de elaborar con paciencia unas piezas que han sido
a lo largo de los siglos auténticas joyas artísticas.
Todo ello se aprecia en el museo Real de la Fábrica
donde por 2,5 euros se observa como los artesanos
ejecutan con mimo una tarea centenaria.
El propio edificio ya es una obra de arte en sí misma
con sus altos muros de piedra y ladrillo. El Rey Felipe
V fue el fundador de la Real Fábrica de Tapices
siguiendo el modelo de los talleres reales en
Francia a comienzos del siglo XVII.
Los artesanos se concentran en su trabajo sin prisa,
en medio de un hueco silencio que trasciende tiempo
y espacio. Cada nudo español es perfecto o se hace
y se deshace hasta que llega a serlo. Un metro
cuadrado de tapiz fino puede tardar hasta tres
meses en manos de un artesano.
La demanda de estos tapices es más reducida ya que
el metro cuadrado puede costar hasta 12.000 euros.
Estos tapices españoles nos recuerdan el echo de que
Dios esta tejiendo nuestras vidas de una
manera perfecta.
Cada nudo en nuestra vida tiene un propósito.
Dios sabe lo que ha comenzado en nosotros y hacia donde
nos está llevando. La obra de Dios es nosotros es
supremamente costosa, mucho más que un tapiz español.
Comenzamos por recordar que Jesús pago el precio
más alto que alguien hubiese podido pagar.
Su propia sangre y día a día él sigue tejiendo nuestra vida.
No te desesperes ante los nudos de tu vida, aunque no
os entiendas forman parte del diseño de Dios para tu vida.
Renuevo de Plenitud
(DA 3
|