Saulo nace en Tarso, hijo de hebreos. Formado en la escuela del maestro Gamaliel, se destaca como fariseo rigorista. Presencia y aprueba la lapidación de san Esteban y luego se pone a perseguir con odio implacable a los discípulos de Jesús. Pero no sabe que a su vez es perseguido por aquel a quien persigue sin conocerlo, y que lo alcanza en el camino de Damasco con una pregunta desconcertante: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” Saulo responde rendido: “Señor, ¿quién eres? ¿Qué quieres que haga?” Muere el judío perseguidor de los cristianos y nace el cristiano y el apóstol enamorado de Cristo, como luego él mismo confesará: “Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo”. La conversión de Saulo es uno de los mayores acontecimientos de la Iglesia. Su labor apostólica alcanza a todo el imperio romano y sus cartas siguen hoy evangelizando al mundo. San Pablo es el apóstol de la cruz y de la resurrección.
ANTÍFONA DE ENTRADA 2Tim 1, 12; 4, 8
Sé en quién he puesto mi confianza, y estoy convencido de que el Señor, como justo juez, es capaz de conservar hasta aquel día el bien que me ha encomendado.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que has instruido al mundo entero con la predicación del apóstol san Pablo, concede a los que hoy celebramos su conversión que, acercándonos a ti, a ejemplo suyo, seamos para el mundo testigos de tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Hech 22, 3-16
Lectura de los Hechos de los apóstoles.
Pablo dijo al pueblo: -Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero me he criado en esta ciudad de Jerusalén y he sido iniciado a los pies de Gamaliel en la estricta observancia de la Ley de nuestros padres. Estaba lleno de celo por Dios, como ustedes lo están ahora. Perseguí a muerte a los que seguían este Camino, llevando encadenados a la prisión a hombres y mujeres; el sumo sacerdote y el Consejo de los ancianos son testigos de esto. Ellos mismos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y yo me dirigí allá con el propósito de traer encadenados a Jerusalén a los que encontrara en esa ciudad, para que fueran castigados. En el camino, y al acercarme a Damasco, hacia el mediodía, una intensa luz que venía del cielo brilló de pronto a mi alrededor. Caí en tierra y oí una voz que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’. Le respondí: ‘¿Quién eres, Señor?’. Y la voz me dijo: ‘Yo soy Jesús de Nazaret a quien tú persigues’. Los que me acompañaban vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo le pregunté: ‘¿Qué debo hacer, Señor?’. El Señor me dijo: ‘Levántate y ve a Damasco, donde se te dirá lo que debes hacer’. Pero como yo no podía ver, a causa del resplandor de esa luz, los que me acompañaban me llevaron de la mano hasta Damasco. Un hombre llamado Ananías, fiel cumplidor de la Ley, que gozaba de gran prestigio entre los judíos del lugar, vino a verme, y acercándose a mí, me dijo: ‘Hermano Saulo, recobra la vista’. Y en ese mismo instante, pude verlo. Él siguió diciendo: ‘El Dios de nuestros padres te ha destinado para conocer su voluntad, para ver al Justo y escuchar su palabra, porque tú darás testimonio ante todos los hombres de lo que has visto y oído. Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y purifícate de tus pecados, invocando su nombre’-.
Palabra de Dios.
O bien: Hech 9, 1-22
Lectura de los Hechos de los apóstoles.
Saulo, que todavía respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalén a los adeptos que encontrara, hombres o mujeres. Pero en el camino, cuando estaba cerca de Damasco, una luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su resplandor. Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: -Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?-. Él preguntó: -¿Quién eres tú, Señor?-. -Yo soy Jesús, a quien tú persigues –le respon-dió la voz–. Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí te dirán qué debes hacer--. Los que lo acompañaban quedaron sin palabra, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber. Vivía entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en una visión: --¡Ananías!--Él respondió: - Aquí estoy, Señor -. El Señor le dijo: -Ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un tal Saulo de Tarso. Él está orando, y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para devolverle la vista--. Ananías respondió: --Señor, oí decir a muchos que este hombre hizo un gran daño a tus santos en Jerusalén. Y ahora está aquí con plenos poderes de los jefes de los sacerdotes para llevar presos a todos los que invocan tu nombre--. El Señor le respondió: -Ve a buscarlo, porque es un instrumento elegido por mí para llevar mi nombre a todas las naciones, a los reyes y al pueblo de Israel. Yo le haré ver cuánto tendrá que padecer por mi nombre-. Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le dijo: --Saulo, hermano mío, el Señor Jesús –el mismo que se te apareció en el camino– me envió a ti para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo--. En ese momento, cayeron de sus ojos una especie de escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado. Después comió algo y recobró sus fuerzas. Saulo permaneció algunos días con los discípulos que vivían en Damasco, y luego comenzó a predicar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que lo oían quedaban sorprendidos y decían: -¿No es éste aquél mismo que perseguía en Jerusalén a los que invocan este nombre, y que vino aquí para llevarlos presos ante los jefes de los sacerdotes?-. Pero Saulo, cada vez con más vigor, confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es realmente el Mesías.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo, un judío celoso del cumplimiento del la Ley religiosa, tenía autoridad para perseguir y encarcelar a los cristianos. En el camino, fue interpelado por Jesús y llamado por él para luego anunciar su nombre a los paganos. La fe de Pablo permitió este encuentro, que lo llevó a una transformación total de su vida. Quien hasta ese momento era perseguidor se transformaría en el gran apóstol de los cristianos.
SALMO Sal 116, 1-2
R. Vayan por todo el mundo, anuncien el Evangelio.
Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos. R.
Es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. R.
ALELUYA Cfr. Jn 15, 16
Aleluya. “Dice el Señor: Yo los elegí del mundo, para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”. Aleluya.
EVANGELIO Mc 16, 15-18
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús se apareció a los Once y les dijo: -Vayan por todo el mundo, anuncien el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará. El que no crea se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán demonios en mi nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán-.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El mandato misionero del final del evangelio de Marcos se aplica, sin lugar a dudas, a Pablo, quien destinó gran parte de su vida a viajar para llevar la noticia de la salvación a una gran cantidad de regiones y ciudades de Asia Menor, Grecia y Roma. Entregó su vida al mensaje y fue coherente con lo que predicaba.
PREFACIO DE LOS APÓSTOLES, pág. 10-11
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al celebrar estos divinos misterios, te pedimos que tu Espíritu infunda en nosotros aquella luz de la fe que iluminó al apóstol san Pablo para la propagación de tu gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Gál 2, 20
Vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, te pedimos que el sacramento recibido acreciente en nosotros el ardor de aquella caridad con la que, vehementemente abrasado, el apóstol san Pablo sobrellevó la preocupación por todas las Iglesias. Por Jesucristo nuestro Señor.
BENDICIÓN SOLEMNE
V. El Dios que los ha edificado a ustedes sobre el cimiento de los apóstoles, por la intercesión gloriosa de san Pablo apóstol, los llene de sus bendiciones.
R. Amén.
V. El que los ha enriquecido con la palabra y el ejemplo de los apóstoles, les conceda su ayuda para que sean testigos de la verdad en el mundo.
R. Amén.
V. Para que así obtengan la heredad del reino eterno por la intercesión del apóstol san Pablo, por cuya palabra se mantienen firmes en la fe.
R. Amén.
V. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo † y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes.
Cuidaré de mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que las apaciente: Yo, el Señor, seré su Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor, que adornaste a los santos Timoteo y Tito con virtudes dignas de los Apóstoles, por su intercesión concédenos que viviendo justa y piadosamente en este mundo, lleguemos a nuestra patria del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA 2Tim 1, 1-8
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.
Pablo, apóstol de Jesucristo, por la voluntad de Dios, para anunciar la promesa de vida que está en Cristo Jesús, saluda a Timoteo, su hijo muy querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz, que proceden de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo. Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones. Al acordarme de tus lágrimas, siento un gran deseo de verte, para que mi felicidad sea completa.
Porque tengo presente la sinceridad de tu fe, esa fe que tuvieron tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy convencido de que tú también tienes. Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que has recibido por la imposición de mis manos. Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad. No te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni tampoco de mí, que soy su prisionero. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos que es necesario padecer por el Evangelio, animado con la fortaleza de Dios.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Desterrados de Jerusalén los destinatarios de la carta, no podían participar ya de la fiesta judía de la Expiación. Pero, el autor les muestra que Cristo abolió dicha fiesta. En efecto, Cristo entró en el santuario, mucho más auténtico que el del Templo y entró para siempre. Por la ofrenda de su vida abolió el pecado una vez por todas. La cruz es un acontecimiento que ha modificado, de forma irreversible, la historia de la humanidad: la solidaridad en el fracaso deja lugar, en adelante, a la solidaridad en el amor.
O bien: Tit 1, 1-5
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Tito.
Carta de Pablo, servidor de Dios y apóstol de Jesucristo para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdadera piedad, con la esperanza de la vida eterna. Esta vida ha sido prometida antes de todos los siglos por el Dios que no miente, y a su debido tiempo, él manifestó su palabra, mediante la proclamación de un mensaje que me fue confiado por mandato de Dios, nuestro Salvador. A Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, le deseo la gracia y la paz que proceden de Dios, el Padre, y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. Te he dejado en Creta, para que terminaras de organizarlo todo y establecieras presbíteros en cada ciudad, de acuerdo con mis instrucciones.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 95, 1-3. 7-8a. 10
R. Anuncien las maravillas del Señor entre los pueblos.
Canten al Señor un canto nuevo, canten al Señor, toda la tierra, canten al Señor, bendigan su nombre. R.
Día tras día, proclamen su victoria, anuncien su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos. R.
Aclamen al Señor, familias de los pueblos, aclamen la gloria y el poder del Señor, aclamen la gloria del nombre del Señor. R.
Digan entre las naciones: “¡El Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud!”. R.
ALELUYA Cfr. 2Tim 1, 10b
Aleluya. Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte e hizo brillar la vida, mediante la Buena Noticia. Aleluya.
EVANGELIO Lc 10, 1-9
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos para que lo precedieran en todas las ciudades y sitios adonde él debía ir. Y les dijo: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos.
Rueguen al dueño de los sembrados, que envíe trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío como a ovejas en medio de lobos. No lleven dinero, ni alforja, ni calzado, y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Al entrar en una casa, digan primero: “¡Que descienda la paz sobre esta casa!”. Y si hay allí alguien digno de recibirla, esa paz reposará sobre él; de lo contrario, volverá a ustedes. Permanezcan en esa misma casa, comiendo y bebiendo de lo que haya, porque el que trabaja merece su salario. No vayan de casa en casa. En las ciudades donde entren y sean recibidos, coman lo que les sirvan; curen a sus enfermos y digan a la gente: “El Reino de Dios está cerca de ustedes”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El pensamiento antiguo imaginaba al mundo dominado por los “espíritus”. Expulsando a los demonios, Jesús manifiesta que este dominio ha llegado a su fin. Un nuevo Espíritu es ofrecido a los hombres para que éstos puedan orientar el mundo por sí mismos. Actualmente si el mundo y en él la humanidad no aparecen ya dominados por los espíritus celestes, permanece, sin embargo, sometido constantemente a fuerzas alienantes: espíritu de poder y de lucro, espíritu de egoísmo y superioridad, espíritu de inmoralidad y corrupción. Sólo la acogida del espíritu filial y fraternal, podrá liberarnos de todos esos “espíritus”.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, mira con bondad estas ofrendas que depositamos sobre tu altar en la fiesta de los santos Timoteo y Tito, de manera que nos alcancen el perdón y glorifiquen tu nombre. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 15, 16
Dice el Señor: “No son ustedes los que me eligieron, sino yo el que los elegí y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por tus sagrados misterios, te suplicamos humildemente, Señor, que, a ejemplo de los santos Timoteo y Tito, nos esforcemos por proclamar lo que ellos creyeron y practicar lo que enseñaron. Por Jesucristo nuestro Señor.
Miércoles, de la feria, verde Santa Ángela de Mérici, virgen. (ML).
San Enrique de Osso
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 1.6
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra. En su presencia hay esplendor y majestad, en su santuario, poder y hermosura.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, ordena nuestra vida según tu voluntad para que, en el nombre de tu Hijo amado, podamos dar con abundancia frutos de buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
O bien: de la memoria
Señor Dios nuestro, te pedimos que santa Angela de Mérici, virgen, no deje de encomendarnos a tu misericordia, para que, siguiendo sus ejemplos de caridad y prudencia, podamos conservar tus enseñanzas y proclamarlas con nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Sam 7, 4-17
Lectura del segundo libro de Samuel.
La palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: “Ve a decirle ami servidor David : Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para que yo la habite? Desde el día en que hice subir de Egipto a los israelitas hasta el día de hoy, nunca habité en una casa, sino que iba de un lado a otro, en una carpa que me servía de morada. Y mientras caminaba entre los israelitas, ¿acaso le dije a uno solo de los jefes de Israel, a los que mandé apacentar a mi Pueblo: «,Por qué no me han edificado una casa de cedro? ». Y ahora, esto es lo que le dirás ami servidor David: Así habla el Señor de los ejércitos: Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel. Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra. Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que El mismo te hará una casa. Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, Yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de, tus entrañas, y afianzaré su realeza. El edificará una casa para mi Nombre, y Yo afianzaré para siempre su trono real. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo. Si comete una falta, lo corregiré con varas y golpes, como lo hacen los hombres. Pero mi fidelidad no se retirará de él, como se la retiré a Saúl, al que aparté de tu presencia. Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre”. Natán comunicó a David toda esta visión y todas estas palabras.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El rey David manifestó al profeta Natán el proyecto para construir el templo del Señor. Pero Dios piensa otra cosa y se lo hace saber por el mismo profeta. El mismo construirá su templo. El Reino de Dios será en adelante el Reino de David, pero pondrá en el trono al hijo de David: Salomón, a quien protegerá y guiará, pero también a los que vendrán después.
SALMO Sal 88, 4-5. 27-30
R. Le aseguraré mi amor eternamente.
Yo sellé una Alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: “Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones”. R.
Él me dirá: ‘Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora”. Yo lo constituiré mi primogénito, el más alto de los reyes de la tierra. R.
Le aseguraré mi amor eternamente, y mi Alianza será estable para él; le daré una descendencia eterna y un trono duradero como el cielo. R.
ALELUYA
Aleluya. La semilla es la palabra de Dios, el sembrador es Cristo; el que lo encuentra permanece para siempre. Aleluya.
EVANGELIO Mc 4, 1-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús comenzó a enseñar a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a El, de manera que debió subir a una barca dentro del mar, y sentarse en ella. Mientras tanto, la multitud estaba en la orilla. El les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas, y esto era lo que les enseñaba: “Escuchen! El sembrador salió a sembrar. Mientras sembraba, parte de la semilla cayó al borde del camino, y vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno rocoso, donde no había mucha tierra, y brotó en seguida porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemó y, por falta de raíz, se secó. Otra cayó entre las espinas; estas crecieron, la sofocaron, y no dio fruto. Otros granos cayeron en buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el sesenta, ya el ciento por uno”. Y decía: “El que tenga oídos para oír, que oiga!”. Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor de El junto con los Doce le preguntaban por el sentido de las parábolas. Y Jesús les decía: “A ustedes se les ha confiado el misterio del Reino de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola, a fin de que miren y no vean, oigan y no entiendan, no sea que se conviertan y alcancen el perdón”. Jesús les dijo: “, No entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán entonces todas las demás? El sembrador siembra la Palabra. Los que están al borde del camino son aquellos en quienes se siembra la Palabra; pero, apenas la escuchan, viene Satanás y se lleva la semilla sembrada en ellos. Igualmente, los que reciben la semilla en terreno rocoso son los que, al escuchar la Palabra, la acogen en seguida con alegría; pero no tienen raíces, sino que son inconstantes y, en cuanto sobreviene la tribulación o la persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumben. Hay otros que reciben la semilla entre espinas: son los que han escuchado la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y los demás deseos penetran en ellos y ahogan la Palabra, y esta resulta infructuosa. Y los que reciben la semilla en tierra buena son los que escuchan la Palabra, la aceptan y dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Había mucha impaciencia por cosechar los frutos de tantos sufrimientos y sangre derramada bajo la ocupación romana, ¡y Jesús volvía a las semillas! Esa es la gran paradoja del Evangelio con la que seguimos topando: el reino está allí y con él tenemos todo lo que se puede dar en este mundo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe con bondad nuestros dones, Señor; y al santificarlos, haz que se conviertan en causa de salvación para nosotros.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf r. Sal 33, 6
Miren hacia el Señor, y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos, a los que somos vivificados por tu gracia, alegrarnos siempre con el don recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
El Señor lo colmó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, y lo revistió de su gloria, para que anunciara su palabra en medio de la Iglesia.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste de santo Tomás de Aquino un modelo de santidad y de doctrina, concédenos la gracia de comprender sus enseñanzas e imitar sus ejemplos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Sam 7, 18-1 9. 24-29
Lectura del segundo libro de Samuel.
Después que el profeta Natán transmitió la palabra de Dios al rey David, éste fue a sentarse delante del Señor y exclamó: «,Quién soy yo, Señor, y qué es mi casa para que me hayas hecho llegar hasta aquí? Y como esto te pareció demasiado poco, también le has hecho una promesa a la casa de tu servidor, para un futuro lejano. ¿Es esto lo que haces habitualmente con los hombres, Señor? Tú has establecido a tu pueblo Israel para que sea tu pueblo eternamente, y Tú, Señor, eres su Dios. Y ahora, Señor Dios, confirma para siempre la palabra que has pronunciado acerca de tu servidor y de su casa, y obra conforme a lo que has dicho. Que tu Nombre sea engrandecido para siempre, y que se diga: “El Señor de los ejércitos es el Dios de Israel!. Y que la casa de David, tu servidor, esté bien afianzada delante de ti. Porque Tú mismo, Señor de los ejércitos, Dios de Israel, te has revelado a tu servidor, diciendo: ‘Yo te edificaré una casa. Por eso tu servidor se ha atrevido a dirigirte esta plegaria. Ahora, Señor, Tú eres Dios, tus palabras son leales y has prometido estos bienes a tu servidor. Dígnate, entonces, bendecir la casa de tu servidor, para que ella permanezca siempre en tu presencia. Porque Tú, Señor, has hablado, y con tu bendición la casa de tu servidor será bendita para siempre».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
A su manera el vencedor da a su pueblo la paz que con quistó. Como en el caso de David, muy a menudo los hombres quieren agradar a Dios. En realidad, nunca lo podemos satisfacer; él da sus favores antes que hayamos empezado a servirlo. Pero lo que a Dios le interesa no son tanto los templos que construimos para él, sino el templo espiritual que desea construir en los hombres mismos.
SALMO Sal 131, 1-5. 11. 13-14
R. El Señor le dará el trono de David.
Acuérdate, Señor, en favor de David, de todos sus desvelos, del juramento que prestó al Señor, del voto que hizo al Fuerte de Jacob. R.
“No entraré bajo el techo de mi casa ni me acostaré en mi propio lecho; no daré descanso a mis ojos ni reposo a mis párpados, hasta que encuentre un lugar para el Señor, una Morada para el Fuerte de Jacob”. R.
El Señor hizo un juramento a David, una firme promesa, de la que no se retractará:
“Yo pondré sobre tu trono a uno de tus descendientes”. R.
Porque el Señor eligió a Sión, y la deseó para que fuera su Morada. Este es mi Reposo para siempre; aquí habitaré, porque lo he deseado”. R.
ALELUYA Sal 118, 105
Aleluya. Tu palabra es una lámpara para mis pasos, y una luz en mi camino. Aleluya.
EVANGELIO Mc 4, 21-25
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús decía a la multitud: “Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. Si alguien tiene oídos para oír, que oiga! Y les decía: “Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Dice Jesús: Ustedes pierden el tiempo, si tan sólo me escuchan y no dejan que lo que han escuchado de mí dé su fruto. En resumen, si no producen frutos, de nada les servirá esa fe que les he enseñado.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN: CftLc 12-42
Este es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su casa para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre, que a tus hijos alimentados con Cristo, Pan de Vida, también los instruyas por Cristo, verdadero Maestro, para que, en la fiesta de santo Tomás de Aquino, reciban tu verdad y la realicen en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra. En su presencia hay esplendor y majestad, en su santuario, poder y hermosura.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, ordena nuestra vida según tu voluntad para que, en el nombre de tu Hijo amado, podamos dar con abundancia frutos de buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Sam 11,1-10. 13-17. 27
Lectura del segundo libro de Samuel.
Al comienzo del año, en la época en que los reyes salen de campaña, David envió a Joab con sus servidores y todo Israel,y ellos arrasaron a los amonitas y sitiaron Rabá. Mientras tanto, David permanecía en Jerusalén. Una tarde, después que se levantó de la siesta, David se puso a caminar por la azotea del palacio real, y desde allí vio a una mujer que se estaba bañando. La mujer era muy hermosa. David mandó a averiguar quién era esa mujer, y le dijeron: “Pero si es Betsabé, hija de Eliám, la mujer de Urías, el hitita! Entonces David mandó unos mensajeros para que se la trajeran. La mujer quedó embarazada y envió a David este mensaje:
Estoy embarazada. Entonces David mandó decir a Joab: Envíame a Urías, el hitita”. Joab se lo envió, y cuando Urías se presentó ante el rey, David le preguntó cómo estaban Joab y la tropa y cómo iba la guerra. Luego David dijo a Urías: Baja a tu casa y lávate los pies”. Urías salió de la casa del rey y le mandaron detrás un obsequio de la mesa real. Pero Urías se acostó a la puerta de la casa del rey junto a todos los servidores de su señor, y no bajó a su casa. Informaron a David que Urjas no había bajado a su casa. Al día siguiente, David lo invitó a comer y a beber en su presencia y lo embriagó. A la noche, Urías salió y se acostó junto a los servidores de su señor, pero no bajó a su casa. A la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la mandó por intermedio de Urías. En esa carta, había escrito lo siguiente: Pongan a Urías en primera línea, donde el combate sea más encarnizado, y después déjenlo solo, para que sea herido y muera”. Joab, que tenía cercada la ciudad, puso a Urías en el sitio donde sabía que estaban los soldados más aguerridos. Los hombres de la ciudad hicieron una salida y atacaron a Joab. Así cayeron unos cuantos servidores de David, y también murió Urías, el hitita. Pero lo que había hecho David desagradó al Señor.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Esta es una invitación a tomar conciencia de la debilidad y la maldad de que son capaces los mismos amigos de Dios. David no fue dócil en todo a la voluntad de Dios, tuvo sus fallas como todo ser humano: carácter impulsivo, disimulo. Pero en este relato todo se junta para hacer más odioso su crimen.
SALMO Sal 50, 3-7. 10-11
R. ¡Ten piedad, Señor, porque hemos pecado!
Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! R.
Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. R.
Por eso, será justa tu sentencia y tu juicio será irreprochable; yo soy culpable desde que nací; pecador me concibió mi madre. R.
Anúnciame el gozo y la alegría: que se alegren los huesos quebrantados. Aparta tu vista de mis pecados y borra todas mis culpas. R.
ALELUYA Cfr. Mt 11,25
Aleluya. Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluya.
EVANGELIO Mc 4, 26-34
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús decía a sus discípulos: “El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha”. También decía: “,Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra”. Y con muchas parábolas como éstas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús usa dos parábolas: la de la semilla creciendo sin cesar, aunque el dueño esté dormido o despierto y la parábola de la semilla de mostaza, que en sí misma es muy pequeña, convirtiéndose en un arbusto acogedor. El crecimiento completo del Reino se dará en el futuro. Es también presente, expresado en los actos de Jesús y su presencia entre nosotros.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe con bondad nuestros dones, Señor; y al santificarlos, haz que se conviertan en causa de salvación para nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf r. Sal 36
Miren hacia el Señor, y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, concédenos, a los que somos vivificados por tu gracia, alegrarnos siempre con el don recibido.
De la feria. Verde. Santa María en sábado. (ML). Blanco.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Jdt 13, 18.19
El Señor, el Dios altísimo, te ha bendecido a tí, Virgen María, más que a todas las mujeres de la tierra. El ha engrandecido tanto tu nombre, que los hombres no dejarán de alabarte.
ORACIÓN COLECTA
Te pedimos, Padre, por la intercesión de la Santísima Virgen María, que cuantos la veneramos en esta gloriosa conmemoración, merezcamos también participar de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 2Sam 12, 1-7. 10-15
Lectura del segundo libro de Samuel.
El Señor envió al profeta Natán ante el rey David. Él se presentó y le dijo: Había dos hombres en una misma ciudad, uno rico y el otro pobre. El rico tenía una enorme cantidad de ovejas y de bueyes. El pobre no tenía nada, fuera de una sola oveja pequeña que había comprado. La iba criando, y ella crecía junto a él y a sus hijos: comía de su pan, bebía de su copa y dormía en su regazo. Era para él como una hija! Pero llegó un viajero a la casa del hombre rico, y éste no quiso sacrificar un animal de su propio ganado para agasajar al huésped que había recibido. Tomó en cambio la oveja del hombre pobre, y se la preparó al que le había llegado de visita. David se enfureció contra aquel hombre y dijo á Natán: “Por la vida del Señor, el hombre que ha hecho eso merece la muerte! Pagará cuatro veces el valor de la oveja, por haber obrado así y no haber tenido compasión. Entonces Natán dijo a David: ¡Ese hombre eres tú ! Así habla el Señor, el Dios de Israel: la espada nunca más se apartará de tu casa, ya que me has despreciado y has tomado por esposa a la mujer de Urías, el hitita. Así habla el Señor: Yo haré surgir de tu misma casa la desgracia contra tí. Arrebataré a tus mujeres ante tus propios ojos y se las daré a otro, que se acostará con ellas en pleno día. Porque tú has obrado ocultamente, pero yo lo haré delante de todo Israel y a la luz del sol. David dijo a Natán: “He pecado contra el Señor!Natán le respondió: ‘El Señor, por su parte, ha borrado tu pecado: no morirás. No obstante, porque con esto has ultrajado gravemente al Señor, el niño que te ha nacido morirá sin remedio. Y Natán se fue a su casa.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El profeta Natán desenmascara la maldad de David, mediante la parábola de la ovejita. El rey reconoce el delito de adulterio y crimen premeditado de su prójimo Urías. Dios lo perdona y después el hijo legítimo, de la misma mujer, será el rey Salomón.
SALMO Sal 50, 12-17
R. ¡Dios mío, crea en mí un corazón puro!
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga:
yo enseñaré tu camino a los impíos y los pecadores volverán a ti. R.
Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío, y mi lengua anunciará tu justicia! Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza. R.
ALELUYA Jn 3, 16
Aleluya. Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único; todo el que cree en El tiene Vida eterna. Aleluya.
EVANGELIO Mc 4, 35-41
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Crucemos a la otra orilla”. Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron en la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. Jesús estaba en la popas durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron:
“Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”. Despertándose, El increpó al viento y dijo al mar: “Silencio! Cállate!”. El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: “¿Porqué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?”. Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: “¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La tempestad calmada: En la mentalidad judía el mar es el símbolo de los poderes demoníacos. Por eso, al ordenar al mar diciéndole: ¡Cálmate! Jesús reafirma su poder divino sobre las fuerzas del mal.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos con alegría este sacrificio de alabanza, Señor, en la celebración de la Madre de tu Hijo y te pedimos que, por este sagrado intercambio de dones, aumenten en nosotros los frutos de tu salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Lc 1, 48
Me llamarán feliz todas las generaciones porque Dios miró con bondad la pequeñez de su servidora.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con estos dones, te pedimos, Padre, que podamos confesar con las palabras y las obras, a quien recibimos en la eucaristía, tu Hijo, nacido de la Virgen María. El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
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4° domingo durante el año. Verde.Semana 4a del Salterio.
DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO
Te convierto en plaza fuerte
Lc 4,21-30
“¿No es este el hijo de José?” Los paisanos de Jesús encuentran dificultades para dar el salto de la fe. Están demasiado acostumbrados a una mirada a ras de tierra y se aferran a ella. Y ello acabará llevándoles a rechazar a Jesús... También a nosotros nos da vértigo la fe. Y preferimos seguir anclados en nuestras –falsas– seguridades. Mantenemos la mirada rastrera –que muchas veces calificamos de “racional” y “razonable”– sobre las personas y acontecimientos, sobre la Iglesia y sobre el misterio mismo de Dios...
“Ningún profeta es bien mirado en su tierra”. Llama la atención la actitud desafiante, casi provocativa, de Jesús. Ante la resistencia de sus paisanos no rebaja el listón, no se aviene a componendas, no entra en negociaciones. La verdad no se negocia. La divinidad de Cristo podrá ser aceptada o rechazada, pero no depende de ningún consenso. Cuando los corazones están cerrados, Jesús no suaviza su postura; se diría que incluso la endurece, para que las personas tomen postura ante él. “O conmigo o contra mí”.
“Se abrió paso entre ellos...” Destaca también la majestad soberana con que Jesús se libra de quienes pretendían eliminarlo. En Él se percibe esa fortaleza divina anunciada en la 1ª lectura (Jer 1,17-19): Jesús es “plaza fuerte”, “columna de hierro”, «muralla de bronce»; aunque todos luchen contra él no pueden. No son las circunstancias externas ni los hombres quienes deciden acerca de su vida o de su muerte; es su voluntad libre y soberana la que se impone a todo. (FGD)
I. RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 105, 47
Sálvanos, Señor y Dios nuestro, congréganos de entre las naciones, para que podamos dar gracias a tu santo nombre y gloriamos en tu alabanza.
·Tú nos enseñas que “El Amor es paciente”.Señor ten piedad
·Tú nos enseñas que “El amor no es envidioso”. Cristo ten piedad
·Tú nos enseñas que “El amor no tiene en cuenta el mal recibido”.Señor ten piedad
SE DICE GLORIA A DIOS.
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos honrarte con todo el corazón y amar a todos con amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
II. LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA Jer 1, 4-5.17-19
Dios revela cómo y cuándo llamó a Jeremías como su profeta. Esta vocación profética se parece mucho a la vocación cristiana: implica la misma convicción de estar llamado por Dios. La misma exigencia de valor, aun frente a la gente poderosa. También implica una profunda confianza en que Dios está con nosotros, especialmente en momentos difíciles.
Lectura del libro del profeta Jeremías.
En tiempos del rey Josías, la palabra del Señor llegó a mí en estos términos: Antes de formarle en el vientre materno, Yo te conocía; antes de que salieras del seno, Yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones. En cuanto a ti, cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que Yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide Yo delante de ellos. Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país. Ellos combatirán contra ti, pero no te derrotarán, porque Yo estoy contigo para librarte.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 70, 1-4. 5-6. 15. 17
El salmo 70 constituye una admirable respuesta al llamado que Dios hace a Jeremías, a la misión que le confía. Es la oración del justo perseguido, pero nunca desesperado, que se vuelve hacia Dios para decirle: Señor, Tú eres mi esperanza y mi fortaleza.
R. Mi boca, Señor, anunciará tu salvación.
Yo me refugio en ti, Señor, que nunca tenga que avergonzarme! Por tu justicia, líbrame y rescátame, inclina tu oído hacia mí, y sálvame. R.
Sé para mí una roca protectora, Tú que decidiste venir siempre en mi ayuda, porque Tú eres mi Roca y mi fortaleza. Líbrame, Dios mío, de las manos del impío! R.
Porque Tú, Señor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre; desde el vientre materno fuiste mi protector. R.
Mi boca anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación, Dios mío, Tú me enseñaste desde mi juventud, y hasta hoy he narrado tus maravillas. R.
SEGUNDA LECTURA 1 Cor 12, 31--13, 13
Esta lectura es tan rica, sencilla y significativa, que no necesita comentario. Basta decir que se refiere a la caridad, a su importancia y cualidades. A semejanza del primer mandamiento, es la base de las otras virtudes.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Aspiren a los dones más perfectos. Y ahora voy a mostrarles un camino más perfecto todavía. Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo para hacer alarde, si no tengo amor, no me sirve para nada. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.
Palabra de Dios.
ALELUYA Lc4, 18
Aleluya. El Señor me envió a evangelizar a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos. Aleluya.
EVANGELIO Lc 4, 21-30
En el sermón que Jesús pronunció, en la sinagoga de Nazaret, subraya la naturaleza divina de su misión, como enviado de Dios. Pero el pueblo no lo acepta, porque era nativo del lugar. Y Jesús termina su sermón, mostrando que, muy a menudo, aquellos que deberían ser los primeros beneficiarios de la salvación, son los últimos y viceversa.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Después que Jesús predicó en la sinagoga de Nazaret, todos daban testimonio a favor de El y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: “¿No es éste el hijo de José?. Pero El les respondió: Sin duda ustedes me citarán el refrán: “Médico, sánate a ti mismo”. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm. Después agregó: Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio. Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.
Palabra de Señor.
EL CREDO
Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Tú nos conoces, Señor y nos escogiste desde nuestro nacimiento. Concédenos responder cada día a tu llamado como el profeta Jeremías sin tener miedo, sin vacilar ni temblar.
·Tú nos conoces, Señor, desde antes de formarnos en el vientre materno Quédate con nosotros a lo largo de nuestra vida para librarnos.
·Tú nos conoces, Señor. Sabes que, sin el amor, no valemos nada; Danos ese amor que hace que nuestra vida sea útil al servicio de tu Evangelio.
·Tú nos conoces, Señor. Danos un amor humilde y paciente, un amor fuerte que lo aguanta todo, que lo espera todo, un amor digno del amor con que Tú nos amas
·Tú nos conoces, Señor. Cada domingo, nos ofreces tu Palabra, quieres, como en Nazaret, que se cumpla para nosotros. Concédenos acogerla como una semilla de vida.
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, danos una fe alegre y fuerte capaz de transportar las montañas, una esperanza fuerte que espera contra toda esperanza un amor que dura eternamente.
III. LITURGIA EUCARÍSTICA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Presentamos ante tu altar, Señor, los dones de nuestra entrega; te rogamos que los aceptes con bondad y los conviertas en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DOMINICAL DURANTE EL AÑO
RITO DE COMUNIÓN
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
LA PAZ
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CORDERO
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 30,17-18
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Señor, que no me avergüence de haberte invocado.
O bien: Mt 5, 3.5
Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el reino de los cielos. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el don de nuestra redención, te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación eterna se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe.