“Renunciar a tus sueños es matar la vida”
Entramos en el mes de diciembre y para algunos es
difícil de creer que ya prácticamente se ha ido el
año, ahora mismo hay personas que se apresuran
para cumplir las metas que se trazaron el año
pasado y quieren hacerlo todo en este mes, les tengo
malas noticias a estas personas: que lo que no
lograron en 10 meses del año no lo alcanzaran en un mes.
Cada vez que llega diciembre empezamos a pensar en
nuestras resoluciones del año entrante y comenzamos bien
hasta finales de enero, luego de allí perdemos el
impulso y nos cuesta darle seguimiento a las metas
y terminamos el año frustrados y cansados de no
alcanzar las metas.
¿Estás obteniendo lo que quieres de la vida?
¿Qué es lo que quieres de la vida?
“Yo he venido para que tengan vida y la tengan
en abundancia” y es interesante que ese mismo
versículo dice que “el ladrón no viene más que a
robar, matar y destruir”.
La vida en abundancia tiene que ver con una
vida plena, de paz y propósito. Si tú no estás
experimentando la vida en abundancia es porque
alguien te ha robado y destruido tus sueños. Todos
anhelamos lo mejor para nuestra vida, nuestro
matrimonio, nuestra familia, nuestro trabajo, nuestros
negocios. No conozco ninguna persona que me diga
que desea lo peor para su vida, muchos exclaman
“¡No veo luz!” o “¡No pego ninguna!” y en su corazón
solo hay un clamor “¿Cómo salgo de esta cisterna o
de este lodo?”. A nadie le encanta estar viviendo así
con un sentido de insatisfacción, de derrota y de
amargura porque no han sido diseñados para eso.
“Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar buenas
cosas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en
el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!”
Dios quiere darte cosas buenas, quiere siempre darte
lo mejor y para que ocurra es importante tres cosas:
Pedir, Buscar y Encontrar. Muchos se quedan en el
pedir, pero no salen a buscar y por eso no encuentran.
El buscar y el encontrar tiene que ver con el accionar
de tu vida. Tienes que tomar acción en tu vida, tienes
que dar pasos que te lleven a la vida que tú estás buscando.
Santiago decía que la fe sin obras es muerta, al igual
podemos decir que si tienes sueños para tu vida, pero
no vas tras ellos, no son sueños son una ilusión.
Dios es el dador de los sueños, los sueños son parte de tu
herencia dada por el creador y son necesarios para
tu crecimiento. No renuncies a tus sueños, solo porque
algunos no crean en ellos. Siempre vas a encontrar
oposición, para lograr los sueños siempre hay un
precio que pagar. No dejes que el miedo o los
ladrones de sueños te quiten tu herencia.
La famosa teoría de la relatividad de Einstein vino
de un sueño. Handel escuchó por primera vez El Mesías
en un sueño. Elías Howe inventó la máquina de coser
después de haberlo visto en un sueño. Comparto siempre
esta frase de Walt Disney “Si puedes soñarlo
puedes lograrlo”.
No renuncies a lo que por derecho te pertenece, la vida
abundante es tuya. No renuncies a tus sueños, tú
puedes lograrlo con la bendición de Dios definiendo
tres preguntas:
¿Qué es lo que quieres realmente?
¿Dónde y Cómo lo vas a buscar?
¿Quién mas puede ayudarte?
Hoy es el mejor día para retomar mis sueños y
comprometerme para alcanzarlos para vivir la
vida abundante que Dios me ha dado.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes
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