DECÁLOGO DEL HOMBRE Y LA
MUJER
Del librito “Diez normas de oro” Varón y
mujer tienen los mismos derechos y obligaciones, pero distintos oficios y
características. Esto es lo que anota el siguiente decálogo. El
hombre es la más elevada de las criaturas. La mujer el más sublime de los
ideales. El hombre es el cerebro. La mujer es el corazón. El
cerebro fabrica la luz. El corazón el amor. La luz fecunda. El amor
resucita.
El hombre es fuerte por la razón. La mujer es
invencible por las lágrimas. La razón convence. Las lágrimas
conmueven. El hombre es capaz de todos los heroísmos. La mujer capaz
de todos los martirios. El heroísmo ennoblece. El martirio
sublima. El hombre es un código. La mujer es un evangelio. El
código corrige. El evangelio perfecciona. El hombre es un
templo. La mujer es un sagrario. Ante el templo nos descubrimos. Ante
el sagrario nos arrodillamos. El hombre piensa.
La mujer sueña. Pensar es tener en el cráneo
una larva. Soñar es tener en la frente una aureola. El hombre es un
océano. La mujer es un lago. El océano tiene la perla que adorna. El
lago la poesía que deslumbra. El hombre es águila que vuela. La mujer
es el ruiseñor que canta. Volar es dominar el espacio. Cantar es
conquistar el alma. En fin.
El hombre está colocado donde termina la
tierra. La mujer donde comienza el cielo.
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