trabajo para crear los resultados deseados. Durante
uno o dos años, un jardín bien cuidado requiere
tanta atención y dedicación como un nuevo bebé.
No obstante, si estás dispuesto a seguir las
direcciones, invertir en los materiales necesarios,
nutrir y regar las plantas del jardín y arrancar las
hierbas malas, puedes esperar un precioso jardín.
Hace falta preparación y dedicación…
y muchísimo trabajo duro.
La manera en que vivimos nuestra vida física
también expresa lo que somos y apreciamos.
Se requiere preparación, nutrición de la Palabra y
constante atención a las malas hierbas de nuestra
vida diaria a fin de crear un bello y satisfactorio
paisaje espiritual.
Renuevo de Plenitud