Un día llegaste a mi vida y pude comprender la hermosura del cielo
en la sinceridad de tu mirada,
comprendí que sobran las palabras cuando se trata de expresar
los sentimientos que aguardan en el corazón.
Si pudieras ver en mi alma entenderías que
una vida no basta para explicarte
cuanto te amo, quiero fundirme en tu vida, en tus sueños y
en tu corazón para que juntos podamos mirar en la misma dirección,
bajo el mismo cielo, respirando el mismo aire,
dejando atrás el camino lleno de abrojos y espinas
que ya nunca volverá y volar tan alto que el viento sea testigo
de que nuestro amor nunca tendrá fin...
Pero como testigo esta esa estrella que sale a las 11
en ella me recoradaras por siempre