Aunque los océanos y los continentes nos separan, Nadie puede separar nuestra amistad Este vínculo tan fuerte que nació cuando estuve en tu país. Somos de distintas naciones y razas, no de distintos sentimientos. Me aceptaste sin conocerme. El tiempo creció nuestra amistad. Me consolaste cuando estuve triste. Me acompañaste en situaciones difíciles. Compartimos risas y llantos. Cuando estuve a punto de caer, me sustentaste, Amiga, aunque lejos, Te llevo siempre en mi mente y corazón. Siempre estarás presente. Muy pronto inesperadamente, nos encontraremos otra vez. Amiga, amiga mía del corazón.
A través de la vida he podido apreciar que entre amigos ses vadea el más profundo canal. Los amigos... Los amigos no se cambian, no se pueden traicionar, en el pecho y en las mentes siempre tenemos que sembrar el sentimiento profundo de desprendimiento total, de entregas sin reservas y del eterno dar no materia, sino espiritual, pues los amigos se ganan, se crean, no se pueden comprar. Los amigos nacen y crecen y claro, se alimentan de eso, precisamente de amistad, de amor sin dobleces, de saber perdonar, de confianza hasta el fin sin mirar atras. De estar en los momentos que se necesita estar, En los que siempre ese calor cercano te ayuda a tener valor, a llegar, a pasar, a vencer.