NACIMIENTO Y CARÁCTER
Isabel Catez Rolland, hija de Francisco José y de María, nació en Bourges, Francia, el 18 de julio de.1880. De temperamento apasionado, propenso a arrebatos de cólera y de una sensibilidad exquisita. A los siete años, quedó huérfana de padre, se convirtió y cambió de carácter, pues comenzó una vida ascética y oración.Aunque seguía asistiendo a fiestas, fue siempre fiel a sus promesas bautismales.
VOTO DE VIRGINIDAD
A los 14 años hizo voto de virginidad y a los 19 empezó a recibir las primeras gracias místicas. Dotada de gran talento musical y se ofreció a Dios como víctima por la salvación de Francia. A los 21 años de edad, ingresaba en el convento carmelitano de Dijón, ciudad donde vivía con su familia. Isabel, tomó el nombre de Isabel de la Trinidad y se propuso ser "Alabanza de gloria de la Santísima Trinidad" y crecer de día en día "en la carrera del amor a los Tres". Saltaba de gozo al emitir sus votos religiosos en el Carmelo, que amaba con toda su alma.
INFLUENCIA ESPIRITUAL
Con su vida y su doctrina ha ejercido un gran influjo en la espiritualidad de nuestros días, por su experiencia trinitaria. sus Elevaciones, Retiros, Notas Espirituales y sus Carta son de una belleza excelsa. Corrió, voló, en el camino de la perfección y el 9.de noviembre de.1906 expiraba agotada por una úlcera de estómago. El Cardenal Mercier y la M. Priora de Dijón, admiraron la veloz carrera hacia la santidad de Sor Isabel de la Trinidad.
SU ESPIRITUALIDAD
Su influencia ha sido ejercida más por su vida misma que por su doctrina. Esta sólo en parte fue escrita por ella. Sor Isabel es un alma interior que se transforma de día en día en el Misterio Trinitario. El silencio, la soledad, la oración contemplativa son la palestra que la disponen a ser dócil a la voluntad divina, que cumple siempre y en todo a la mayor perfección. Enamorada de Cristo, que es "su libro preferido", se eleva a la Trinidad hasta que "Isabel desaparece, se pierde y se deja invadir por los Tres"."La Trinidad: aquí está nuestra morada, nuestro hogar, la casa paterna de la que jamás debemos salir... Me parece que he encontrado mi cielo en la tierra, puesto que el cielo es Dios y Dios está en mi alma. El día que comprendí eso todo se illuminó para mí.". "Creer que un ser que se llama El Amor habita en nosotros en todo instante del día y de la noche y que nos pide que vivamos en sociedad con El, he aquí, os lo confío, lo que ha hecho de mi vida un cielo anticipado" |