Te saludamos con sonrisas, flores, y canciones Oh María, la mujer más digna del amor. Desde niño me enseñaron esta oración mis padres queriendo que yo te amara y venerara como ellos lo hacían. Y desde entonces sigo rezando y cantando
esta bella plegaria todos los sábados y a la hora del rosario cotidiano. Dios te salve, maravilla de mujer y de Madre, lirio hermoso de los valles y praderas. Pensando en Ti me vuelvo poeta me dan ganas de cantar. Mis versos son para Ti, mis canciones te las canto a Ti.
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