Pero así como esta realidad debe ser,
aceptemos una cosa…que tal vez nos servirá de consuelo…
Mañana será otro día.
Cuántas veces nuestro panorama se ve triste,
desalentador y agobiante, y súbitamente algo pasa
y encontramos solución a nuestros problemas
y algo que parecía no tener solución, se resuelve fácilmente.
El tiempo cierra heridas y suaviza resentimientos.
Cuando nos sintamos agobiados por los problemas,
el cansancio o el dolor, digamos con firmeza:
Mañana será otro día,
y tengamos la seguridad que ¡ese día será mejor!
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Autor Desconocido