Hoy… Mi Alma Será Saciada.
El que saciare, él también será saciado.
Si yo presto interés por los demás, Dios también se interesará por mí, y de algún modo seré recompensado. Si pienso en el pobre, Dios pensará en mí; si me ocupo de los pequeñuelos, Dios me tratará como a hijo suyo. Si
apaciento su rebaño, Él me alimentará; si riego su jardín, Él hará que
mi alma sea a manera de jardín. Tal es la promesa del Señor. A mí me toca cumplir las condiciones para poder esperar su cumplimiento. Puedo
preocuparme de mí mismo hasta enfermar; ocultar mis sentimientos hasta
que nada sienta; lamentar mi flaqueza hasta el punto de no sentirme
capaz de lamentar nada. De mayor aprovechamiento será para mi el ser
desinteresado, y empezar, por el amor de mi Señor, a preocuparme de las
almas que me rodean. El agua va menguando en mi cisterna; no ha
caído agua suficiente para llenarla. ¿Qué haré? Dejaré abierta la
válvula para que el agua corra libremente y riegue las plantas que se
marchitan a mi alrededor. Mas, ¿qué veo? Mi cisterna se llena a
medida que el agua va saliendo; brota un secreto manantial. Mientras el
agua estaba detenida, el manantial dejaba de manar; mas cuando sale
para regar las almas, el Señor piensa en mí ¡Aleluya! Hoy, el Señor
me dará la oportunidad de ver quienes a mi alrededor están padeciendo,
sufriendo o sintiéndose secos y entonces podré extenderles el agua de
mi manantial para ayudarles. Señor, Tú me has dicho en tu palabra que quien cree en ti de su interior correrán ríos de agua viva. Hoy
en tu altar te pido que me ayudes a no solamente sentir mi alma
saciada, sino a saciar almas secas y afligidas. En el Nombre de Jesús.
Amén.

|