Señor,
renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro sonrisas de gozo por la
riqueza de tu bendición. Que mis ojos sonrían diariamente por el
cuidado y compañerismo de mi familia y de mi comunidad. Que mi
corazón sonría diariamente por las alegrías y dolores que
compartimos. Que mi boca sonría diariamente con la alegría y
regocijo de tus trabajos. Que mi rostro dé testimonio diariamente de
la alegría que tú me brindas. Gracias por este regalo de mi
sonrisa, Señor.