MI
DESTINO EN TU BALANZA
Vicente Herrera
Márquez
Si
algún día en horas de invierno no tengas qué hacer, hojea ese libro que
escribo en las horas que restan del día. Cuando tus ojos recorran las huellas
que dejan mis letras, encontraras en muchas palabras mi forma de
ser. Podrás leer mi niñez, mi juventud, mi alegría y mi dolor; mis
esperanzas de antaño y mis soledades de hoy; mis risas, mis llantos, mis
juguetes y mis juegos de azahar; aquellos juguetes sencillos y pobres con los
que aprendí y esos juegos del destino, con los que jugué y
perdí. Encontraras mis romances, mis amores, mis poemas dulces; proyectos,
inicios, fracasos y los hijos que también perdí. Conocerás del ímpetu que
tuvieron mis músculos jóvenes y del desgano que invade el transcurrir de mis
años lentos. Te darás cuenta que en la vida frente al poder grite
verdad, pero a la hora de beber el triunfo también mentí. Veras que no doy
consejos, pero si predico y mucho predico, mas nunca practico, igual que el
cura de aquel refrán Nunca en mis escritos, ni entre líneas, leerás
insultos, a menos que yo mismo, en forma directa, me los diga a mí. Lee
mis últimos versos y en todos encontraras tu nombre veras un: Te amo, escrito
con letra clara de puño muy firme y te aseguro que todo en la vida me enseño
a no mentir. Cuando tu mente recoja y traduzca lo que leen tus ojos, pon
todo en la justa balanza que equilibra la vida, observa a que lado se carga y
mi destino lo decides tu.
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