Partidas, distancias y
caminos
Vicente Herrera Márquez
Las
partidas son bandadas de pañuelos en el viento agitando
despedidas. Son boletos de ida con fecha conocida que no llevan impreso
el minuto del regreso. Son vivencias, sensaciones, arraigos, desarraigos
y a veces huidas sigilosas, que se escriben con letras indelebles en
la bitácora que registra nuestros actos.
Las distancias del espacio son
pasajes que se guardan en bolsillos olvidados. Son estaciones que van
quedando atrás, unidas por un hilo delgado de memoria. Son infinitas y se
alargan tanto como duren los latidos del finito ser en su existir. Son
tiempos desechados, praderas arrasadas, bosques talados y huertos
cultivados.
Los caminos son arterias que entramados cubren el cuerpo
sinuoso del espacio. Son un viaje por carriles ignorados tendidos al
arbitrio sin sentido del destino. Son travesías de valles y desiertos
que esperan el hollar y pasar de nuestros pasos. Son una maraña de rumbos
que se cruzan y entrelazan como tela de una araña.
Las partidas, las
distancias, los caminos, son porciones de la torta de la vida. Son
cantidades abstractas que no aceptan lógica, razón ni factores
matemáticos. Simplemente son instancias, accidentes, casualidades o
simples consecuencias. Son ilusiones, esperanzas, mitos, creencias,
promesas, realidades y mentiras.
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