
EL
CRISTO INCOMPARABLE
Bajó
del seno del Padre al seno de una mujer.
Se vistió de humanidad para que
pudiésemos vestirnos de divinidad.
Se hizo el Hijo del Hombre para
que nosotros pudiéramos llegar a ser hijos de Dios.
Llegó del Cielo,
donde los ríos jamás se hielan, los vientos nunca soplan, nunca la gélida
brisa enfría el aire, y las flores no se marchitan jamás.
Allí
nadie tiene que llamar al médico, porque allí nadie está jamás enfermo.
No hay sepultureros ni tampoco cementerios, porque allí nadie muere;
nadie es jamás enterrado.
Nació contra las leyes de la naturaleza,
vivió en pobreza, fue criado en oscuridad. No poseyó riquezas ni utilizó
influencias, como tampoco fue a colegios ni dispuso de profesores
particulares. Sus familiares eran desconocidos y sin relieve social.
En su infancia, asustó a un rey; en su adolescencia, desconcertó a
los doctores; en su madurez, subyugó el curso de la naturaleza, caminó sobre
las olas y sosegó el mar embravecido.
Curó sin medicinas a las
multitudes y no requirió emolumentos por sus
servicios.
Nunca
escribió ni un solo libro, pero en las bibliotecas de todo el mundo no
cabrían los libros que pudieran escribirse de El.
Nunca compuso un
cántico, pero su persona ha servido de tema de inspiración para más
cánticos que los de todos los compositores juntos.
Nunca
fundó un colegio, pero ni entre todas las escuelas juntas pueden jactarse de
tener tantos estudiantes como El tiene.
Nunca practicó la medicina,
pero ha curado más corazones quebrantados que cuerpos hayan podido curar los
médicos.
Nunca
dirigió un ejército, ni destacó un soldado, ni disparó un fusil, pero ningún
jefe ha tenido bajo su mando más voluntarios, ni ha obligado a más rebeldes
a deponer las armas y rendirse sin disparar un solo tiro.
El es la
Estrella de la Astronomía,
La Roca de la Geología,
El León y el
Cordero de la Zoología,
El Armonizador de todas las discordias,
Y el Sanador de todas las enfermedades.
Los
grandes hombres surgieron y desaparecieron, pero El vive para
siempre.
Herodes no pudo matarle; Satanás no pudo seducirle;
la Muerte no pudo destruirle; el Sepulcro no pudo retenerle.
Se
despojó de su manto de púrpura, para vestirse la blusa del artesano. Era
rico, pero por nosotros se hizo pobre. Hasta que punto? Pregúntale a
María! Pregúntale a los Magos!
Durmió en un pesebre ajeno, cruzó el lago en una
barca ajena, montó en un asno ajeno, fue sepultado en una tumba ajena.
Todos han fallado, pero El nunca. El es el siempre perfecto,
señalado entre diez mil. Todo El es codiciable.
Este
es mi Amado. Este es mi Salvador
Desconozco el
Autor

|