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JESUS
NOS HABLA SOBRE EL PERDON
ENSEÑANZAS DE JESUS
En el tiempo en que
JESUS estuvo en la tierra habló sobre muchos temas y usó diversas formas para
llevar a cabo sus enseñanzas. "Y todos daban buen testimonio de El, y estaban
maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca..." LUCAS
4:22
PERDÓN
SAN JUAN 20:23 23 A quienes perdonéis los
pecados, les serán perdonados, y a quienes se los retengáis, les serán
retenidos.
LUCAS 7:36-50 36 Uno de los fariseos rogó
a Jesús que comiera con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a
la mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que
Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con
perfume; 38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con
lágrimas sus pies, y los secaba con sus cabellos; y besaba sus pies y los ungía
con el perfume. 39 Cuando vio esto el fariseo que lo había convidado, dijo
para sí: «Si este fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que
lo toca, porque es pecadora». 40 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo:
—Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: —Di, Maestro. 41 —Un
acreedor tenía dos deudores: uno le debía quinientos denarios y el otro,
cincuenta. 42 No teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues,
¿cuál de ellos lo amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: —Pienso que aquel a
quien perdonó más. Él le dijo: —Rectamente has juzgado. 44 Entonces,
mirando a la mujer, dijo a Simón: —¿Ves esta mujer? Entré en tu casa y no me
diste agua para mis pies; pero ella ha regado mis pies con lágrimas y los ha
secado con sus cabellos. 45 No me diste beso; pero ella, desde que entré, no
ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; pero ella ha
ungido con perfume mis pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le
son perdonados, porque amó mucho; pero aquel a quien se le perdona poco, poco
ama. 48 Y a ella le dijo: —Tus pecados te son perdonados. 49 Los que
estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: —¿Quién
es este, que también perdona pecados? 50 Pero él dijo a la mujer: —Tu fe te
ha salvado; ve en paz.
LUCAS 11:4 4 Perdónanos
nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos
deben.
LUCAS 5:20-24 17 Aconteció un día que él
estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la Ley, los
cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusalén; y el
poder del Señor estaba con él para sanar. 18 Sucedió que unos hombres que
traían en una camilla a un hombre que estaba paralítico, procuraban entrar y
ponerlo delante de él. 19 Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la
multitud, subieron encima de la casa y por el tejado lo bajaron con la camilla y
lo pusieron en medio, delante de Jesús. 20 Al ver él la fe de ellos, le dijo:
—Hombre, tus pecados te son perdonados. 21 Entonces los escribas y los
fariseos comenzaron a pensar, diciendo: «¿Quién es este que habla blasfemias?
¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?». 22 Jesús entonces, conociendo
los pensamientos de ellos, les preguntó: —¿Qué pensáis en vuestros
corazones? 23 ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o
decir: “Levántate y anda”? 24 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre
tiene potestad en la tierra para perdonar pecados—dijo al paralítico—: A ti te
digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 25 Al instante se levantó
en presencia de ellos, tomó la camilla en que estaba acostado y se fue a su casa
glorificando a Dios. 26 Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a
Dios. Llenos de temor, decían: —Hoy hemos visto maravillas.
LUCAS
6:37 37 »No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis
condenados; perdonad y seréis perdonados.
MARCOS
2:1-12 1 Después de algunos días, Jesús entró otra vez en Capernaúm.
Cuando se supo que estaba en casa, 2 inmediatamente se juntaron muchos, de
manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. 3
Entonces vinieron a él unos trayendo a un paralítico, que era cargado por
cuatro. 4 Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, quitaron
parte del techo de donde él estaba y, a través de la abertura, bajaron la
camilla en que yacía el paralítico. 5 Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al
paralítico: —Hijo, tus pecados te son perdonados. 6 Estaban allí sentados
algunos de los escribas, los cuales pensaban para sí: 7 «¿Por qué habla este
de ese modo? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo
Dios?». 8 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban de esta manera
dentro de sí mismos, les preguntó: —¿Por qué pensáis así? 9 ¿Qué es más
fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o decirle:
“Levántate, toma tu camilla y anda”? 10 Pues para que sepáis que el Hijo del
hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados—dijo al
paralítico—: 11 A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa. 12 Entonces él se levantó y, tomando su camilla, salió delante de
todos, de manera que todos se asombraron y glorificaron a Dios, diciendo: —Nunca
hemos visto tal cosa.
MATEO 9:1-8 1 Entonces,
entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. 2 Y sucedió
que le llevaron un paralítico tendido sobre una camilla. Al ver Jesús la fe de
ellos, dijo al paralítico: —Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. 3
Entonces algunos de los escribas se decían a sí mismos: «Este blasfema». 4
Conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: —¿Por qué pensáis mal en
vuestros corazones? 5 ¿Qué es más fácil, decir: “Los pecados te son
perdonados”, o decir: “Levántate y anda”? 6 Pues para que sepáis que el Hijo
del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados—dijo entonces al
paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 7 Entonces él se
levantó y se fue a su casa. 8 La gente, al verlo, se maravilló y glorificó a
Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
MARCOS
4:10-12 10 Cuando quedó solo, los que estaban cerca de él con los
doce le preguntaron sobre la parábola. 11 Y les dijo: —A vosotros os es dado
saber el misterio del reino de Dios; pero a los que están fuera, por parábolas
todas las cosas, 12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no
entiendan; para que no se conviertan y les sean perdonados los
pecados.
MATEO 6.12–15 12 Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. 13 No nos metas en
tentación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria,
por todos los siglos. Amén”. 14 »Por tanto, si perdonáis a los hombres sus
ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 pero si
no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará
vuestras ofensas.
MATEO 18:15-35 15 »Por tanto, si tu
hermano peca contra ti, ve y repréndelo estando tú y él solos; si te oye, has
ganado a tu hermano. 16 Pero si no te oye, toma aún contigo a uno o dos, para
que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oye a
ellos, dilo a la iglesia; y si no oye a la iglesia, tenlo por gentil y
publicano. 18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra será atado
en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra será desatado en el
cielo. 19 Otra vez os digo que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la
tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está
en los cielos, 20 porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos. 21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo:
—Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta
siete? 22 Jesús le dijo: —No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta
veces siete. 23 »Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que
quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Cuando comenzó a hacer cuentas, le
fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A este, como no pudo
pagar, ordenó su señor venderlo, junto con su mujer e hijos y todo lo que tenía,
para que se le pagara la deuda. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le
suplicaba diciendo: “Señor, ten paciencia conmigo y yo te lo pagaré todo”. 27
El señor de aquel siervo, movido a misericordia, lo soltó y le perdonó la
deuda. 28 »Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos que le
debía cien denarios; y agarrándolo, lo ahogaba, diciendo: “Págame lo que me
debes”. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y yo te lo pagaré todo”. 30 Pero él no quiso, sino que
fue y lo echó en la cárcel hasta que pagara la deuda. 31 Viendo sus
consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su
señor todo lo que había pasado. 32 Entonces, llamándolo su señor, le dijo:
“Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No
debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia
de ti?”. 34 Entonces su señor, enojado, lo entregó a los verdugos hasta que
pagara todo lo que le debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con
vosotros, si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus
ofensas.
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos
12:31)
DE LA RED
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