ENCUENTRO CON LOS ÁNGELES
Y entonces, abrí mis ojos y vi un cielo lleno de estrellas, y cometas.
En el fondo se escuchaba una música muy linda interpretada por muchos pájaros,
todos de diferentes colores y tamaño. Podía oír también la
corriente del agua fluir, así advertí el brillo de esa hermosa laguna.
¡El olor era increíble!, se respiraba un aroma a pinos y rosas.
Me sentía de lo mejor acostado, allí, en ese montículo,
tan relajado, en un estado de calma increíble,
como quedándome dormido. De pronto apareció un niño que se sentó a mi lado, me tomó la mano y me dijo:
-Debes cambiar muchas cosas para poder estar aquí.
De esta manera no puedes estar aquí, porque este lugar aún no esta listo para ser habitado.
- ¿Por qué? ¿Quién eres tú? -y él me respondió-
-No te puedo decir mucho, solo te digo que los pájaros no cantan de noche y la corriente del
agua no se escucha en una laguna y si ves bien en el reflejo del agua tú no te reflejas.
Así entonces trate de ver mi reflejo en el agua y no lo vi,
metí mi mano en el agua y no me mojé, el agua ni se movió, entonces llegó otro niño, y dijo:
-Has hecho bien y has hecho mal, sigue solo un camino y trata que sea con los ojos abiertos,
con el corazón en la mano. ÉL ha querido darte otra oportunidad para que cuando
vuelvas te puedas mojar la mano en esta laguna, así como ver tu reflejo
en ella, que puedas oír los pájaros cantando de día, y muchas otras cosas buenas que desees.
-¿Que hago para volver acá?, y el primer niño me responde:
-No volverás por iniciativa tuya, ÉL enviará por ti.
-¿Donde está ÉL?
-Todavía tú no estás a un nivel para poder verlo.
-¿Qué nivel ? Y el segundo niño respondió:
-Las preguntas que haces, solo te las puedes contestar tú. La respuesta está en tu vida.
Arrepiéntete de lo malo, abraza las cosas buenas y no las sueltes.
Transmite amor, cambia este paisaje que espera por ti,
por que el día que este lugar esté listo tú serás el primero en llegar, y
contigo las personas que quieres. Es cuestión de tiempo, aquí te estarán esperando.
Y así entonces recosté mi cabeza en las piernas del primer niño.
El segundo me tomó la mano y me dijo:
-Utiliza tus manos para tomar una enorme piedra y transformarla en una fuente donde los pájaros
puedan beber agua, utiliza tu corazón para moldear la alegría de
los demás, ...y utiliza tus ojos para diferenciar los colores que
necesitas para pintar el camino que te traerá hasta acá...
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