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No abandones el barco.
No puedo decirte cuantas personas exitosas me han contado que sus descubrimientos importantes llegaron después que habían decidido no abandonar el barco, dejar todo, olvidarse, cambiar de empleo o romper una relación.
El problema es que nos damos por vencidos ante el dolor. No podemos soportarlo y nos vencen los sentimientos de no valer nada, de duda, de desesperanza y así, una y otra vez.
Hoy te pido que tengas paciencia. contigo mismo. Encuentra una forma de calmarte a tí mismo, de hablarte en forma agradable, de decirte a tí mismo:
"Encontraré una forma".
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