Los mensajes ahora vienen a nosotros de todos lados. Si sólo pudiéramos aprender a bajar los mecanismos de defensa, haríamos progresos personales reales dejando entrar algo de retroalimentación excelente y precisa sobre lo que necesitamos cambiar.
La mejor retroalimentación viene de extraños, quienes no tienen lazos emocionales con nosotros y por lo tanto pueden ver con claridad cuáles son nuestros problemas. ¿No crees que esto es verdad? Sé que en mi vida es más fácil ver enseguida la basura de los demás. Es de las personas que mejor conozco de las cuales algunas veces sé menos.
Hoy, mantén tu corazón abierto. Acepta la retroalimentación honesta de donde venga. El potencial para el cambio es inmenso.
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