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Algunas relaciones nos alimentan y nos hacen ser mejores personas y otras solo nos consumen. Es obvio el por qué mantenemos las buenas, pero ¿por qué nos aferramos a los malos amigos, amantes y parientes?
¿Culpa? ¿Miedo de encontrarnos solos? ¿Pensamientos de que algún día recibiremos algo de estas personas? ¿Miedo a herirles? Olvídalo. Si una unión emocional ya no te está funcionando, entonces ya no te sirve.
Piensa de esta forma –las relaciones son como hogueras– requieren constante oxígeno y leña (por ejemplo amor y atención). Cuando mantenemos un montón de hogueras encendidas porque tenemos miedo de dejarlas apagarse, (Te llamaré pronto, realmente nos tenemos que reunir) solo te chupa energía en tu vida. Solo hay cierta cantidad de combustible que podemos dar en un momento.
Imagínate si pudieses dar todo tu amor, compasión y oxígeno a aquellos con los que estás absolutamente comprometido (o a los que te gustaría sentirte comprometido).
Es un gran riesgo dejar que esas pequeñas hogueras se extingan. Pero el beneficio es que te libera la energía para poderte dedicar a construir nuevas hogueras que te sirvan.
Mientras lees esto, ¿qué persona se está apareciendo en tu mente? Quizás es el momento de dejar que esa hoguera se apague.
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