También la FE nace de la GRATITUD. La mente agradecida espera continuamente cosas buenas, y esta expectativa se transforma en FE. La reacción de gratitud sobre la propia mente produce FE. Cada agradecimiento que provoca, aumenta la FE. Es necesario entonces, cultivar el HABITO de ESTAR AGRADECIDO por cada cosa buena que llega a nuestras vidas, y dar las gracias continuamente. Nunca es demasiada la importancia que se pone a la CONTEMPLACIÓN FRECUENTE DE LA IMAGEN MENTAL, acoplada con la FE firme, y la GRATITUD devota...
Gracias por todo el AMOR lo que me brinda TU AMISTAD cada dia!!!
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