Alaba a Dios
Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad; por eso se levanta para mostrarles compasión. Porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que en él esperan! Isaías 30:18
La compasión y la misericordia de Dios son algo realmente maravilloso. Cuando las analizamos estrictamente desde el punto de vista de la razón humana nos encontramos con que no podemos darle una explicación racional. Es algo que va mucho más allá de nuestra comprensión. El hecho de que no entendamos estas acciones de Dios no significa que no sean reales y ciertas.
La maravillosa realidad es que Dios siempre aguarda por nosotros. Si estamos alejados de él, él nos espera con ansia que regresemos a su lado como el padre del hijo pródigo. Su compasión siempre está disponible y lista para cubrirnos de perdón por muy mal que nos hayamos portado.
La obra de nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario es poderosa y suficiente para cumplir con todos los requisitos de la justicia con relación a nuestras faltas y está disponible para nosotros, tan sólo con acercarnos a Dios con corazones arrepentidos.
Por eso, el hijo de Dios es dichoso. Todos los que hemos puesto nuestra esperanza en Dios somos dichosos y nadie ni nada nos podrá apartar del amor de Dios.
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