ESCUCHAR LOS SENTIMIENTOS,
NECESIDADES Y OPINIONES DE LOS DEMAS.
Cuando escuchamos, nos convertimos en
personas disponibles, en alguien digno
de confianza para el otro.
Si escucho de modo empático, la persona
que está hablando conmigo se siente
aceptada y buscará con frecuencia mi
compañía, porque a todos nos gusta
ser escuchados. Si yo escucho,
aumenta la probabilidad de
que esa persona me escuche, que muestre
interés por mis inquietudes y necesidades.
PAUTAS PARA UNA
ESCUCHA ACTIVA:
***NO interrumpas a tu interlocutor,
déjale que acabe, marca un ritmo en
la conversación para que ni él ni tú la
abarqueis por completo.
Cuando te OBSERVES hablando
demasiado, concédele la palabra al
otro y escúchale.
***Lenguaje No-Verbal
(es el lenguaje del cuerpo).
Escuchar también tiene un lenguaje
no-verbal. La mirada es muy importante,
mira a la persona con quién estés hablando,
no hace falta que te fijes en sus ojos, pero
sí en su cara. Demuestra que le estás
escuchando asintiendo con la cabeza
de vez en cuando, sonriendo...
***Resume y aclara tus dudas.
Para evitar malinterpretaciones,
no dudes en
PEDIR ACLARACIONES
o utilizar expresiones como:
...Lo que tú quieres decir es que...
de ese modo podrás averiguar si estás
entendiendo adecuadamente el mensaje.
***Expresa tus deseos de entender al otro.
A veces y más de una vez, la persona con
la que estamos hablando nos dice que
no le entendemos; cuando nos dice esto,
no nos podemos quedar ahí. Es preciso
buscar una solución que nos permita
entender al otro. Entonces debes decirle:
...Es posible que no te entienda, pero
deseo poder hacerlo...
Si nos metemos en la dinámica, de tú
no me entiendes y tú no te explicas,
difícilmente podremos establecer
un diálogo.
Autor: Paulo Coehlo