Cartardía
Vicente Herrera Márquez
Espero
impaciente tu carta, esa que rescribes con calma, además rebuscadas
palabras en los cien resquicios del día, y mil otras, quizás
hirientes, en los pliegues de la noche.
Ya no estoy ni durmiendo,
cada noche es larga agonía, que tan solo espera otro día. Te ruego que
envíes la carta, no esperes que hoy sea ayer o que haya pasado
mañana.
Puede que me equivoque y lo que escribes tan lento, sin
pensar que yo me muero, no sean rencor o reproches, y tan solo te des el
tiempo para tenerme impaciente.
Mañana tarde, muy tarde, el cartero
encontró mi casa, trajo un sobre con mi nombre. No pude saber que
escribiste, momentos antes que llegara, morí esperando esa
carta.
|