ESTOY
ABURRIDO
¿Quién no pronuncia estas palabras, con mayor o menos
frecuencia? El estar aburridos no es algo propio de los adolescentes solamente.
Los adultos muchas veces no sabemos bien qué hacer con nuestro tiempo. Pienso
que, en muchos casos, esto está relacionado con la gran cantidad de tareas que
debemos hacer (trabajar, encargarnos de distintas tareas domésticas, familia,
hijos, pareja, amigos, etc.) y cuando no hay una ocupación definida o alguien
con quien estar, nos sentimos perdidos…
Sentirse de esta manera puede sacarnos las ganas de hacer
cosas, hacernos pensar en asuntos sin sentido… ¡es mejor dejarlo atrás! Te
propongo que, la próxima vez que te sientas aburrido (o aburrida), lo conviertas
en algo bien productivo. Acá hay algunas ideas:
Tal
vez, en el momento del aburrimiento, no se te ocurre exactamente algo para
hacer. Si tienes algo pendiente y es urgente, ¡es el momento preciso para
sacártelo de encima! Además, en cualquier momento del día, cuando precises algo,
anótalo en una lista de “pendientes”, así en el momento que la precises, estará
allí y podrás elegir qué hacer.
Si
estás en un lugar cerrado, buscas bajar de peso o te gustaría estar más
saludable en general, cada vez que sientas aburrimiento, sal a dar una o dos
vueltas a la manzana, a caminar por un parque o a ver
tiendas.
Buscar a otra persona para interactuar (en persona,
teléfono, chat) también suele dar muy buen resultado.
Hay
actividades que dejamos de hacer o posponemos cuando estamos muy ocupados. La
próxima vez que no sepas en qué ocupar tu tiempo, dedica un rato a estas
actividades. Puede ser que precises ordenar tus cajones, separar ropa que ya no
usas para regalar, ocuparte del jardín o de las plantas de tu balcón, ir a
comprar eso que precisas hace un tiempo, cocinar algo que te gusta o probar una
receta nueva, si eres mujer, probar una nueva forma de maquillarte, o de
combinar prendas de otra manera para tener nuevos equipos de
ropa…
Hay
otras actividades que precisan de varios pasos para dar el resultado que
buscamos. Lo importante es que te pongas en movimiento y pases a la primera
etapa. Por ejemplo, si precisas cambiar una bombita de luz, ve a comprarla. Si
quieres cambiar algo en tu cuarto o en tu casa, toma medidas, sal a buscar
opciones o navega por Internet, buscando ideas.
¿Sueles aburrirte? ¿Qué es bueno hacer en esos
momentos?
Merlina Meiler
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