


Cuatro Leyes de
la Espiritualidad
La primera dice:
“La persona que
llega es la persona correcta”, es decir que nadie llega a nuestras vidas por
casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros,
están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada
situación.
La
segunda ley dice:
“Lo
que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”.
Nada, pero nada,
absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de
otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: “si
hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único
que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección
y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en
nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y
no quieran aceptarlo.
La
tercera dice:
“En
cualquier momento que comience es el momento correcto”.
Todo comienza en el
momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo
nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando
comenzará.
Y la cuarta y última:
“Cuando algo
termina, termina”.
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es
para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar
ya enriquecidos con esa experiencia.
d/a