EL AMOR, LA ALEGRÍA Y LA SEGURIDAD

… y sus contrarios respectivos LA IRA, LA TRISTEZA Y EL MIEDO son los sentimientos (o sensaciones) reales cuya manifestación nos recarga energéticamente.

De acuerdo con los conceptos aprendidos de la teoría del guión mental, los tres primeros: Amor, alegría y seguridad son los sentimientos “positivos” entre los cuales debemos transcurrir la mayor parte del tiempo de nuestras vidas. Los segundos: Ira, tristeza y miedo son los sentimientos “negativos”, y son negativos solo porque son los contrarios de los tres primeros, más no porque impliquen efectos nocivos en nuestra mente o nuestro cuerpo. De hecho son tan energizantes como los tres primeros. Obviamente tendremos momentos de ira, tristeza y de miedo, en estos casos la idea es hacer conciente ese sentimiento, experimentar y manifestar la sensación y de inmediato buscar el mecanismo para pasar lo antes posible al estado positivo según la siguiente descripción:

Quien sienta IRA, pedirá COMPRENSIÓN para pasar al AMOR.

Quien sienta TRISTEZA, pedirá CONSUELO para pasar a la ALEGRÍA.

Quien se sienta INSEGURO, pedirá PROTECCIÓN para pasar a la SEGURIDAD.

De otro lado todos estos sentimientos deben ser expresados, exteriorizados, manifestados; pues, de lo contrario nuestra mente, y más aún nuestro cuerpo se ven afectados, especialmente nuestro sistema inmunológico, quedando expuestos a cualquier tipo de patología.

Existen muchas otras formas de sentimientos “falsos”, que solo son la tergiversación de alguno de los sentimientos “reales”, y que en la medida en que los experimentemos se convierten en unas poderosas fuerzas que nos roban la energía y la paz interior, llevándonos de manera acelerada a la somatización de todos los problemas y al caos mental y físico. Algunos de esos sentimientos falsos, o SENTIGUIONES como los llamó el Dr. Herinulfo Londoño, son: Resentimiento, depresión, angustia, rabia, celos, envidia, ansiedad, sufrimiento, lástima, agresividad, culpa, prepotencia, preocupación, soledad, y un larguísimo etcétera…

Estos sentiguiones son los causantes de todos los males patológicos de la humanidad. Al extraernos la energía del espíritu y del cuerpo el sistema inmunológico se debilita y sobrevienen todo tipo de enfermedades, desde cáncer hasta gripe, pasando por sida, estreñimiento, problemas de colon, estres, etc.; dependiendo de la intensidad del sentiguión.

Nuestra salud física depende de nuestra salud mental, de nuestra paz interior y de la trascendencia del espíritu.

 
Jaime Alberto Gómez Cuervo