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La
psicología de la experiencia óptima
Todos
tenemos problemas. De alguna manera, los problemas definen nuestras vidas. Pero,
según el filósofo Abraham Kaplan, podemos manejarlos de manera más efectiva si
los identificamos como problemas o situaciones.
¿La
diferencia? Los problemas, dice Kaplan, se pueden resolver. A las situaciones
sólo se les puede hacer frente.
Si tú
trabajas en el centro de Caracas, por ejemplo, puede que te preocupe la
delincuencia. Esta es una situación, no un problema. Puedes instalar un sistema
de seguridad en el carro, evitar los peores sitios de noche, o buscar que te
transfieran a otra oficina. Pero estos son mecanismos para enfrentar la
situación. Tú no vas a “solucionar” la delincuencia en
Caracas.
Una
situación más grave que todos enfrentamos, es la muerte ocasional de un ser
querido. Podemos pasar tiempo acompañando el duelo de la familia y los amigos,
unirnos a un grupo de apoyo, o asumir nuevas actividades para alejar nuestras
mentes de la preocupación. Pero con la muerte no puedes
negociar.
Afortunadamente, la mayoría de nuestras preocupaciones no
son situaciones sino problemas.
Puedes preocuparte, por ejemplo, porque no hayas ahorrado
lo suficiente para tener una jubilación cómoda. Si es así, tienes mucha
compañía. Según una encuesta realizada el 2007 por el Instituto de
Investigaciones de Beneficios Laborales en USA, el 36 por ciento de los
trabajadores tienen menos de 10.000 dólares ahorrados para la jubilación. Otro
13 por ciento tiene menos de 25.000 dólares.
Evidentemente, se trata de un problema, pero con una
solución directa. O ganas más. O gastas menos. O logras mayores retornos sobre
tus inversiones. (Hacer las tres cosas no está mal
tampoco.)
O,
puedes ser uno de los millones de personas que luchan con la obesidad. Si es
así, es probable que eso esté teniendo un efecto perjudicial sobre tu salud, tu
imagen, y tu calidad de vida. Para algunos, este es un problema y una situación.
Después de todo, la genética determina tu tipo básico de cuerpo. Como aprendiste
en quinto grado en la clase de naturales, naciste ectomorfo, mesomorfo, o
endomorfo. No puedes cambiar esto. Pero todos podemos comer mejor, hacer más
ejercicio, o ambas cosas. No es fácil, pero existe una
solución.
¿Por
qué es importante etiquetar las pruebas que enfrentas, ya sea como problemas o
situaciones?
Según
John C. Maxwell, autor de Quien hace la Diferencia, “Cuando la gente maneja una
situación como un problema, se sienten frustrados, enojados, o deprimidos.
Malgastan energía. Toman malas decisiones. Y cuando la gente maneja problemas
como situaciones, a menudo, se conforman, renuncian, o se ven a sí mismos como
víctimas”
Entiende eso y habrás dado el primer paso para hacerle
frente a tus situaciones y resolver tus problemas.
Nielsen Media Research nos dice que los a los
estadounidenses les encanta los reality shows donde a los concursantes se les
pone en situaciones de alta-presión y se les reta a “ganar” usando todos los
bits de inteligencia, astucia, ingenio y que puedan. ¿Por qué no ves tus propios
problemas de la misma manera? Si tienes un trabajo aburrido, un cónyuge
desatento, o un revés financiero inminente, ¿por qué no usas toda tu
inteligencia, imaginación y creatividad para cambiar la
situación?
Mi
hipótesis es que si te encontraras frente a una audiencia nacional de televisión
– y en peligro de ser sacado del show – inventarías algo muy bueno, algo que
sorprendería a la gente a tu alrededor.
De
hecho, eso es exactamente lo que deberías estar haciendo, de acuerdo con Mihaly
Csikszentmihalyi, autor de Flujo: La Psicología de la Experiencia Óptima. Él
afirma que la forma más rápida de aumentar la satisfacción en tu vida es dejar
de ver tus problemas como dificultades y empezar a verlos como retos
agradables.
Enfrentar tus problemas de esta manera sólo requiere de
dos cosas: un poco de imaginación y una actitud positiva. La retribución, como
recompensa, podría ser inmensa.
Sea
que quieras iniciar su propio negocio, perder 15 kilos, o salir de las deudas,
puedes empezar por entusiasmarte con el reto. Es posible que tú mismo también
salgas sorprendido. No sólo por el logro de tus objetivos, sino por el hecho de
ver cuánta satisfacción te proporciona el avanzar hacia ellos en una forma
disciplinada.
Piensa en ello como en tu propio reality show. (Uno que,
irónicamente, tiene que ver con la realidad). Los obstáculos que enfrentes te
darán la oportunidad de demostrarle al mundo – y a ti mismo – de que estás
hecho.
Entonces, ¿por qué no atacar los obstáculos de hoy con
una nueva mentalidad y una nueva actitud? No tienes nada que perder, solo sus
problemas.
Alex
Green
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