Si tomaron atención a mi mensaje de ayer en la madrugada de Perú. Puse de mi teclado y manos por escrito que el sueño me ganaba y que seguía hoy. Así que aquí estoy cumpliendo con lo que escribí momentos antes de quedarme dormido por el cansancio (generado por mi trabajo y mis jefes esclavizadores). Que éstos días lleguen a ustedes con amor, felicidad, salud y con muchas bendiciones de nuestro padre celestial.