¡Vivo soñando!
Vicente Herrera Márquez
Sueño que
correré distancias para alcanzar la partida que deje un día de enero para
volver en abril. Sueño que algún día como cenizas libres seré pasajero
del viento y huésped del ancho mar. Sueño que tu mirada será horizonte del
tiempo, y en el me veras como tu estrella de madrugada. Sueño que veré
cielos azules y transparentes, libres de humos oscuros, partículas y
aerosoles, tal como los vieron los ancestros de mis abuelos. Sueño con
ríos limpios sin cloacas contaminantes, que lleven aguas puras para regar
campos de pan y que la corriente clara de su cauce en mi boca aplaque la
sed. Sueño que las fronteras solo serán hilos de plata, para suturar
heridas que causó el hombre insensato, ávido de poder y castrado de
libertad. Sueño que algún día a mano alzada elijamos quien nos dirija y
que el juez dicte el castigo justo, para el que diga yo fui señor. Sueño que
las banderas con estrellas, barras y lunas formen un manto-iris que cobije al
hombre en pluralidad, Sueño que un parlamento de niños y ancianos elabore
leyes que inutilicen la metralla, el átomo bélico y el fusil. Sueño que
mis amigos vivan cien años de plenitud, cultivando el trigo de todos y no el
del que paga más. Sueño que femenino y masculino sean iguales ante la
ley y que el macho reconozca en su hembra un ser igual. Sueño que cada
niño tenga su escuela y un camino para seguir, que tenga una cuna, un
juguete, leche, abrigo y una ilusión. Sueño que mis sueños, algún día, serán
la vida real, pero aún así, quiero que siempre haya un motivo para
soñar.
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