Meditación: “Cómo se me concede que venga a mí la Madre
de Mi Señor”
(Lucas 1,43). María es diligente y amorosa,
consuela, ayuda,
fortalece, sirve…igual que su Hijo.
“Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”.
A cada uno pedirá Dios cuenta de nuestros prójimos;
nadie está tan aislado que pueda labrarse, abstrayéndose
de toda otra alma, su propia salvación. Busquemos dar amor,
consolando afligidos, visitando enfermos, corrigiendo con dulzura
a los que se equivocan, siendo a semejanza de María con humildad
y amor testimonios del Amor. “Ora y labora”.
Oración: ¡Oh tierno Corazón de María!.
Haz que tus hijos demuestren a todos lo que es el Amor,
lo que es el Señor en nosotros, para servir y siempre decirte si. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria)
.Florecilla para este día: Procurar ser amable con los demás.