Junto al pie del muro donde se sentaba cuando me esperaba había un rosal, un rosal enfermo que no daba flores pero que adornaba con verdes colores
el blanco mural, Detrás de aquel muro está todavía la bella terraza en donde tenía mi amada más flores que todo un jardín;
flores tan hermosas cual rojos claveles, y fragantes rosas, unas santas noches y un blanco jazmín.
Y entre tantas flores fue su preferido aquel rosal triste que a fuerza de cuido le dió nueva vida, lo hizo renacer; y el rosal enfermo pagó sus favores cubriendo la tapia de amarillas flores, flores de tristeza, algo de su ser.
Mas se fue muy lejos y dejó mi amada tristeza en las flores, la casa cerrada, con su ausencia todo dejó de existir; y el rosal enfermo falto de cariño lo mismo que un niño se dejó morir,
Oh, mi bien amada;
porqué si a tu vista todo resucita y tu ausencia mata te ausentas así? el rosal enfermo murió de no verte, tu ausencia y olvido causaron su muerte; lo mismo,me pasa hoy a mí