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ALEGRÍAS Y TRISTEZAS
Entonces fue cuando una mujer pidió: Háblanos de la Alegría y de la tristeza.
Y él respondió:
La alegría es una tristeza sin máscaras.
· El mismo manantial de donde mana vuestra risa ha estado frecuentemente lleno de lágrimas.
Y ¿Cómo podría ser de otro modo?.
Cuanto más profunda sea la hendidura dejada por los infortunios, mayor será la alegría que ésta pueda contener.
¿La fresca copa en que degustas el vino, acaso, no es la misma que ardía en los hornos del alfarero?
¿Y el laúd en que tu alma encuentra tanta plenitud no es acaso, la misma madera que fue taladrada por el cincel?
Cuando experimentes la alegría busca en tu corazón y encontrarás que, lo mismo que te produjo tristeza es lo que hoy te procura alegría.
Y cuando te lleguen las tribulaciones, vuelve a mirar en tu corazón y te darás cuenta que estás llorando por aquello mismo que otrora fuera tu alegría.
Algunos de entre ustedes comentan;
"La alegría es mayor que la tristeza".
Y otros dicen:
"No, la tristeza es más profunda".
Pero yo digo que tristeza y alegría son inseparables.
La una no va sin la otra y si una se establece contigo recuerda que, la otra no está lejos, ella reposa quizá, y en tu lecho.
En verdad estas suspendido como los dos platos de la balanza, oscilando entre tus alegrías y tus tristezas.
Sólo cuando encuentres el vacío, tu encontrarás el equilibrio y la estabilidad.
Pues, cuando el tesorero equilibra la balanza, para pesar su oro y su plata, es imperioso que las penas y alegrías sean efecto del desequilibrio en la balanza.
(Carlos Devis)
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