La gente a la que he tenido el privilegio de observar tener éxito es intensa.
Demanda todo de sí misma. Están presentes todos los días, de hecho,
en todo momento, y son responsables ante sí mismos.
Todo lo que hacen tiene fuerza y saben cuando detenerse. Muy impresionante.
La verdadera belleza se halla dentro de nosotros mismos.
Aquella es la playa tranquila, el hermoso atardecer. No es una ubicación…
somos nosotros mismos. Viajar es hacerlo hacia nuestro interior…
aquella es la mejor vacación.
Convirtamos nuestras debilidades en fortalezas. El éxito es el fracaso volteado.
Necesitamos hallar un significado más profundo en la vida. Nuestra obligación
como artistas, es tocar aquellas notas que resuenan en todos nosotros.
No dormitar por la vida, como un paciente no hospitalizado…
sino hacer vibrar una cuerda.
No podemos capturar la bondad en una red ó con un revolver.
Cuando ésta se nos da, es por escogencia. Necesitamos adoptar una actitud
de gratitud.
Podemos convertirnos en prisioneros de nosotros mismos. Necesitamos excavar túneles
y escapar de nuestra propia mente ya que sólo se nos da esta vida.
Necesitamos dejar de sólo marcar tiempo y vivir como lo planeamos
en nuestra juventud. Sin importar cuán viejos seamos,
siempre podemos alcanzar nuestros sueños.
Toda nuestra vida seremos juzgados; lo que importa es mantener intacta
nuestra alma y hacer trabajo que cuente. Debemos dejar de decirle
a la gente lo que vamos a hacer, lo que todavía no hemos logrado,
y decirles más bien lo que hemos alcanzado. Sólo de esta manera podremos
rendir cuentas por nuestras acciones.
No somos responsables por las metas todavía no logradas, pero sí por lo que ya alcanzadas.
Es cuando dejamos de forzarlo, intentando impresionar,
que realmente brillamos. Comenzamos a ver gente fuerte como
nosotros caer en nuestro regazo… y a los débiles, potenciados
por nuestro tono de voz. Levantémonos y hagamos; palabras sin acción
son muerte. Tenemos que dejar de estar sentados y esperando…
pasemos al frente. Al frente de la vida, una gozosa.
Mi madre me dijo a una tierna edad:
“Miles, somos puestos en este planeta para ayudar a otros.
Sal y ayúdalos”. Así que, por sus palabras, trato de moldear y remodelar mi vida.
Sí, cada día seremos desafiados por gente indiferente y en la mayoría de los casos,
no es su culpa. Estamos condicionados por la vida
(los medios, la sociedad) a vivir como cavernícolas ó bárbaros
(una sociedad no contemplativa, que hay que darle todo).
A vivir como los sujetos sin criterio en los comerciales de cerveza.
Sus ideales tal vez: “merecemos algo mejor, más que los demás, somos los más importantes”.
Después de un tiempo, lo creemos: lavado de cerebro. Divirtámonos…
diversión es una palabra limitante.
¿Por qué limitaríamos nuestra existencia a sólo eso?
¿Será eso todo lo que apreciamos de la vida que nos ha sido dada?
La vida es una celebración 24/7 de la palabra misma (existencia).
Así que tal vez necesitemos cambiar la palabra “diversión”
(una creada por los medios para mantenernos abajo, para cebarnos, para vendernos cosas,
para decirnos qué necesitamos) por la palabra “gozoso”.
Tal vez pudiésemos ser más felices si viviésemos una vida que desde que despertemos
hasta que nos vayamos a dormir, sea gozosa.
Sólo se nos da una vida; una sola oportunidad a hacerlo bien a largo plazo.
Hallemos un empleo que amemos y comenzaremos a traer gozo a
nosotros mismos y a los demás en nuestra vida.
Las palabras no son ni negativas ni positivas. ¿Pudiera ser que todo este tiempo,
“diversión” es realmente una palabra negativa y “gozo” una positiva?
Tal vez necesitemos pensar un poquito.
Miles Patrick Yohnke