Para
entender el valor de una hermana, pregúntale a alguien que no tiene
una.
Para
entender el valor de 10 años, pregúntale a una pareja recién
divorciada.
Para
entender el valor de 4 años, pregúntale a un recién
graduado.
Para
entender el valor de 1 año, pregúntale a un estudiante que fracasó en su examen
final.
Para
entender el valor de 9 meses, pregúntale a una madre que acaba de dar a luz un
neonato.
Para
entender el valor de 1 mes, pregúntale a una madre que acaba de dar a luz un
bebé prematuro.
Para
entender el valor de 1 semana, pregúntale a un editor de un periódico
semanal.
Para
entender el valor de 1 minuto, pregúntale a alguien que ha perdido el tren, el
autobus o un avión.
Para
entender el valor de 1 segundo, pregúntale a alguien que haya sobrevivido un
accidente.
El
tiempo no espera por nadie.
Atesora cada momento que tienes.
Lo apreciarías más si
lo compartes con ese ser especial.
Porque para entender el valor de un amigo o un ser
querido, basta con PERDERLO.