Agonía
Vicente Herrera
Márquez
En la
oscuridad del cuarto, se oyen arpegios de una triste melodía. Un cuerpo
agonizante, descansa inerme en el lecho de la muerte. Lo consuelan en
silencio mil promesas de un amor que se alejó. La lluvia en la
ventana pone un ritmo de segundos en descuento. Y un coro de
tormentos llora, grita y clama por el alma trastornada, que en un hálito
de lucidez, laceró, con un puñal, su ya lastimado corazón. Las llamas de
la hoguera crepitan, retorcidas, buscando el infinito. Una ráfaga
perdida apaga, en estertores, el último pabilo. Por la puerta
entreabierta se escuchan voces, quejidos y lamentos, son los
fantasmas que esperan en las sombras de la noche, ansiosos la
llegada, del espíritu del inerte suicida abandonado. Un trueno
iracundo, retumba en el aire, estremece y pone aviso, que en un
relámpago, a horcajadas, viene la muerte enguadañada, a segar los últimos
latidos, del rojo corazón, de aquel pobre enamorado.

|