Te parió una mañana de marzo y por la ventana te inundó la vida. Se llenó de ternura la casa, esa casa que estaba vacía. Y llenaron tu lecho de rosas y te dieron por nombre Lucía.
Lucía, Lucía duérmete que la noche se va deprisa. Lucía, Lucía duérmete que tu madre te cantará.
Poco a poco crecieron tus alas y un día volando por esa ventana te marchaste a buscar una estrella y dejaste vacía la casa. Se quedó tu muñeca en el suelo y una carta de amor en tu cama.