CUANDO YO ME VAYA
“Cuando yo me vaya” de: Carlos Alberto Boaglio
Cuando yo me vaya, no quiero que llores, quédate en silencio, sin decir
palabras, y vive recuerdos reconforta el alma.
Cuando yo me duerma, Respeta mi sueño por algo me duermo; por algo me he
ido.
Si sientes mi ausencia, no pronuncies nada, y casi en el aire, con paso muy
fino búscame en mi casa, búscame en mis libros, búscame en mis cartas, y
entre los papeles que he escrito apurado.
Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco y puedes usar todos mis zapatos. Te
presto mi cuarto, mi almohada, mi cama, y cuando haga frío, ponte mis
bufandas.
Te puedes comer todo el chocolate y beberte el vino que dejé guardado.
Escucha ese tema que a mí me gustaba, usa mi perfume y riega mis plantas
Si tapan mi cuerpo, no me tengas lástima, corre hacia el espacio, libera tu
alma, palpa la poesía, la música, el canto y deja que el viento juegue con
tu cara. Besa bien la tierra, toma toda el agua y aprende el idioma vivo de
los pájaros.
Si me extrañas mucho, disimula el acto, búscame en los niños, el café, la
radio y en el sitio ése donde me ocultaba.
No pronuncies nunca la palabra muerte. A veces es más triste vivir
olvidado que morir mil veces y ser recordado
Cuando yo me duerma, no me lleves flores a una tumba amarga, grita con la
fuerza de toda tu entraña que el mundo está vivo y sigue su marcha.
La llama encendida no se va a apagar por el simple hecho de que no esté
más.
Los hombres que “viven” no se mueren nunca, se duermen de a ratos,
de a ratos pequeños, y el sueño infinito es sólo una excusa.
Cuando yo me vaya, extiende tu mano, y estarás conmigo sellada en
contacto, y aunque no me veas, y aunque no me palpes, sabrás que por siempre
estaré a tu lado.
Entonces, un día, sonriente y vibrante, sabrás que volví para no
marcharme.