Regalo de
Dios
Las personas son los regalos que Dios me ha
dado. Algunas vienen bellamente envueltas y otras, quién sabe Dios
cómo. Algunas han sido maltratadas en el correo; otras llegan flamantes y
sin una arruga; Algunas llegan encerradas como ostras escondidas en sus
valvas, otras se transparentan en su envoltura. A veces los regalos se
abren fácilmente, otras, se necesita la ayuda de alguien. Tal vez es por
que tienen miedo. Quizás hayan sido heridas antes y no quieren ser
lastimadas de nuevo. Puede ser que alguna vez se abrieron y luego se
encerraron. Quizás ahora se sienten más bien como "cosas" que como "seres
humanos". Yo soy una persona. Como todas las demás personas, también
soy un regalo. Dios me lleno de una bondad que es solo mía. Y, sin
embargo, algunas veces tengo miedo de mirar dentro de mi envoltura. Tal
vez temo decepcionarme: quizás no confío en lo que llevo dentro. O pudiera
ser que en realidad, nunca he aceptado el regalo que soy. Cada encuentro y
comunicación entre personas, es un intercambio de regalos. Mi regalo soy
yo y tú eres tu regalo. Somos obsequios unos para
otros.
Desconozco el
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